Cambios en el programa federal retrasa el pago a maestros de inglés
La situación económica y laboral de los profesores que forman parte del Programa Nacional de Inglés (PRONI) cada vez es más preocupante para ellos, cuando empezaban a ver avances en el pago de sus servicios les dijeron que por cambios operativos tienen que hacer nuevamente la solicitud del recurso económico a la federación.
Al respecto, Karen Maquey Gámez detalló que la coordinadora estatal del programa les dijo que el proceso puede tardar semanas o hasta meses, por lo tanto, los profesores no saben hasta cuándo van a recibir el pago completo de su trabajo.
“Nos mencionaron que el 30 de abril la federación iba a mandar el dinero al estado y el estado al recibirlo lo manda a la secretaría y después de ahí se dispersa, entonces estaríamos recibiendo nuestro pago para principios de mayo, sin embargo ahora resulta que hubo modificaciones y nos dijeron que otra vez tienen que volver a hacer el trámite”, explicó.
Hace un par de semanas, el gobierno de Baja California Sur se encargó de pagarles la segunda quincena de febrero y la primera de marzo, les dijeron que esta acción fue una muestra de voluntad política pero no hubo suficiente dinero para cubrir la otra quincena que se les debe.
“Fuimos al congreso, a la SEP y la coordinadora está al tanto de que nos estamos moviendo y pidiendo que nos apoyen; también unos compañeros en Los Cabos conversaron con Alicia Meza, pero no hubo apoyo, y les dijo que este programa ha sido muy problemático”, reveló.
Los profesores aseguraron no entender el comentario de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado, Alicia Meza Osuna e insistieron en la relevancia que tiene el programa en la educación de los sudcalifornianos. Añadieron que al segundo año de implementarse, Baja California Sur se ubicó entre los cinco mejores en aprovechamiento de la materia y con el pasar de los años se ha mantenido en ese ranking.
Nuevamente los 125 maestros de inglés que hay en la entidad solicitan el apoyo de las autoridades para acelerar la gestión de sus salarios, o que el gobierno estatal continúe apoyándolos a modo de préstamo mientras llegan los recursos federales.