Carney desafía a Trump y lidera el renacer liberal en Canadá

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En una elección federal marcada por la tensión geopolítica y el giro del electorado, el Partido Liberal de Canadá, bajo el liderazgo del exbanquero central Mark Carney, logró una victoria significativa al obtener 168 escaños en la Cámara de los Comunes, quedando a solo cuatro de la mayoría absoluta.

Este resultado permite a los liberales formar un gobierno minoritario sólido, tras una campaña que transformó una desventaja inicial en una remontada histórica.

Carney, quien asumió el liderazgo liberal hace apenas seis semanas tras la renuncia de Justin Trudeau, capitalizó el creciente sentimiento nacionalista provocado por las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump.

Las advertencias de Trump sobre aranceles punitivos y su sugerencia de anexar Canadá como el “estado 51” generaron una ola de rechazo en el electorado canadiense, que encontró en Carney una figura de firmeza y experiencia para enfrentar las presiones externas.

El resultado más impactante de la noche fue la derrota del líder conservador Pierre Poilievre en su propio distrito de Carleton, Ontario, a manos de un candidato liberal.

Aunque su partido incrementó su presencia a 144 escaños, la pérdida de su asiento personal simboliza el rechazo a su retórica alineada con el trumpismo.

Poilievre reconoció la derrota y prometió una oposición firme, mientras que el líder del NDP, Jagmeet Singh, anunció su renuncia tras una caída significativa en el apoyo y la pérdida de su escaño.

La campaña liberal se centró en la defensa de la soberanía canadiense y en la necesidad de redefinir las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos.

Carney declaró que la relación tradicional con Washington, basada en la integración económica, “ha terminado”, abogando por una mayor autonomía y resiliencia nacional.

A pesar de no alcanzar la mayoría absoluta, Carney se comprometió a buscar consensos con otras fuerzas políticas para garantizar la estabilidad gubernamental.

La elección, considerada una de las más trascendentales en la historia reciente de Canadá, refleja un claro mandato del electorado: fortalecer la unidad nacional y resistir las embestidas del divisionismo.

Con este resultado, Canadá inicia una nueva etapa política bajo el liderazgo de Carney, quien enfrenta el desafío de consolidar su gobierno minoritario y redefinir la posición del país en el escenario internacional.

YM

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