Casa Hogar Diseñadas para Crecer, cuatro años de albergar y acompañar a pacientes de cáncer
Desde hace casi cuatro años, la asociación civil Casa Hogar Diseñadas para Crecer ha brindado albergue y acompañamiento a pacientes de cáncer que acuden al Centro Estatal de Oncología, en la ciudad de La Paz. Aunque sus servicios se enfocan principalmente en las mujeres, también adultos mayores y niños han encontrado en la casa un espacio para refugiarse.
La casa recibe a personas provenientes de otras localidades que, debido a la falta de recursos económicos, no cuentan con un lugar para hospedarse cuando vienen a la capital a sus tratamientos, chequeos o cirugías. Tan solo en su primer año de operación, el albergue recibió a cien pacientes de cáncer. Hoy la lista es mucho mayor.
Mónica Escobar, su directora y fundadora, narró que la asociación surgió después de que fuera diagnosticada con cáncer de mama. Ella misma sufrió al tener que costear sus constantes traslados de Los Cabos a La Paz. Fue por ello que, cuando tuvo la oportunidad, se mudó con sus hijas a la capital e invitó a otras pacientes a quedarse con ella.
“Venir y que te digan ‘Es que se descompuso una máquina’ o ‘Es que hoy no vino el doctor, pero viene mañana o pasado te programo’. Entonces no puedes ir y venir. La gente viene muy vulnerable, aparte del diagnóstico, lo que te van a hacer, el miedo y todo eso, se bloquean al pensar qué van a hacer si te dicen ‘Te voy a dar 15 radios, 20 radios; son tres semanas consecutivas aquí en La Paz. ¿Cómo vas a pagar una estancia?’”, comentó.
Actualmente recibe a mujeres provenientes de todo el estado. Con el apoyo de otras organizaciones y del área de Trabajo Social del Centro Estatal de Oncología, ha podido llegar a más personas. Ellos son quienes contactan a los pacientes con Mónica.
La ayuda económica, en cambio, es escasa. La asociación no ha podido convertirse en una donataria autorizada. A causa de esto, muchas personas que se han acercado ofreciendo apoyo deciden no donar. El trabajo de Mónica y sus hijas, vendiendo hielitos y ropa usada, es el principal sustento de la casa hogar. Sin embargo, el dinero no es suficiente.
“Llevo precisamente dos años pidiendo para un tercer baño, para hacerlo tipo para discapacidad porque tengo compañeras que vienen en silla de ruedas y no pueden ingresar al baño. Entonces se nos dificulta porque hay que cargarlas, hay que pasarlas ahí. Pedí el estacionamiento igual. Ya me cansé de verdad, me cansé de pedir, pero lo que no me voy a cansar es de buscar y de trabajar para poderlo hacer”, manifestó.
Además de esto, Mónica acusó que muchas personas han usado el nombre de la asociación para pedir dinero y productos. Organizan rifas o colectas, pero el apoyo nunca llega a la casa hogar.
Los servicios de la Casa Hogar Diseñadas para Crecer van mucho más allá de albergue. Mónica no solo les da un techo y comida, sino que también acompaña en el proceso de tratamiento y recuperación postoperatoria a las pacientes que llegan sin familia. A esto se suma, en muchas ocasiones, la compra de medicamentos.
“Cuando necesitan un medicamento no es de que ‘Espérame ocho días, o te voy a hacer un proceso, o a ver si me responde. No. Porque a veces hablan y ya les programaron la tomografía, no tiene el kit de contraste el hospital, las personas no tienen como comprarlo, entonces yo veo la manera de poder solicitarlo y, si no, que me apoyen con la mitad, yo pongo lo mío, pero ellas no se quedan sin medicamento”, mencionó.
Pese a los obstáculos, Mónica aseguró que, mientras tenga fuerzas para seguir trabajando, recibirá a todas las mujeres que lo necesiten. Ella conoce de primera mano los estragos económicos y emocionales que deja el cáncer.