La categoría de seguridad 1 y el caso mexicano
La seguridad en la aviación es una prioridad fundamental para cualquier país. Uno de los indicadores clave de seguridad aérea es la Categoría de Seguridad Aérea 1, otorgada por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés). Esta semana ha sido noticia la recuperación de la categoría para México.
La Categoría de Seguridad Aérea 1 es una clasificación otorgada por la FAA de Estados Unidos a los países que cumplen con los estándares de seguridad y regulaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Esto significa que el país en cuestión ha demostrado un alto nivel de seguridad en sus operaciones de aviación civil. Según la FAA: “La Categoría 1 significa que un país cumple con los estándares de seguridad de la OACI y puede establecer servicios aéreos con los Estados Unidos”.
Para obtener la Categoría 1, un país debe someterse a una evaluación exhaustiva de su autoridad de aviación civil por parte de la FAA. Esta evaluación abarca aspectos como la regulación de seguridad, la supervisión de las aerolíneas, la formación del personal y la inspección de aeronaves. El país debe demostrar que cumple con los estándares de seguridad de la OACI y tiene un sistema eficiente de supervisión y cumplimiento.
Según la FAA: “La Categoría 1 se obtiene cuando la FAA determina que el país cumple con los estándares mínimos de seguridad establecidos por la OACI en áreas críticas, como la legislación de aviación civil, la regulación de aerolíneas, la organización de la autoridad de aviación civil, las operaciones aéreas, la supervisión de aerolíneas y la inspección de aeronaves”.
La pérdida de la Categoría de Seguridad Aérea 1 puede ocurrir si un país no mantiene los estándares de seguridad o no cumple con las regulaciones de la FAA. Esto podría deberse a problemas en la supervisión, falta de inversión en infraestructura, o incidentes de seguridad graves. En palabras de la FAA: “La pérdida de la Categoría 1 significa que el país no cumple con los estándares mínimos de seguridad establecidos por la OACI y que las aerolíneas de ese país ya no pueden establecer nuevos servicios aéreos con los Estados Unidos”.
En 2010, México perdió temporalmente la Categoría 1 debido a preocupaciones sobre la supervisión de la aviación civil. La FAA identificó deficiencias en la autoridad de aviación civil mexicana y en la supervisión de las aerolíneas. Esta pérdida tuvo un impacto económico significativo, ya que las aerolíneas mexicanas no pudieron establecer nuevos servicios aéreos con los Estados Unidos, lo que limitó el crecimiento de la industria de la aviación y afectó a la economía mexicana en el corto plazo.
Según la OACI: “En 2019, México ocupó el tercer lugar en América Latina en términos de pasajeros internacionales transportados, sólo detrás de Brasil y Colombia. El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es el más grande y concurrido de México y América Latina”.
A pesar de sus logros en la aeronáutica, México enfrenta varios desafíos en este campo. Estos desafíos incluyen la necesidad de mejorar la infraestructura aeroportuaria, fortalecer la formación y capacitación de personal, garantizar una supervisión efectiva y mantener altos estándares de seguridad en un contexto de crecimiento continuo en la industria de la aviación.
Los retos en la aviación mexicana pueden tener un impacto económico significativo. Por ejemplo, la falta de inversión en infraestructura aeroportuaria puede limitar la capacidad de México para atraer más turistas y fomentar el comercio internacional, lo que afectaría negativamente al crecimiento económico.
En mayo de 2021, México sufrió una vez más la pérdida de su Categoría 1 de Seguridad Aérea, lo que representa un retroceso significativo en su industria de la aviación. Esta pérdida se debió a 39 incumplimientos en los estándares internacionales sobre todo de supervisión, lo que desencadenó una evaluación exhaustiva por parte de la FAA de Estados Unidos.
Las razones detrás de esta reciente pérdida de categoría pueden variar, pero hasta el momento se estima que por cada año las aerolíneas estadounidenses han obtenido al menos 3 millones de traslados que las aerolíneas mexicanas podrían haber realizado. Estos factores provocaron preocupaciones sobre la seguridad en las operaciones de aviación civil en México y llevaron a la decisión de la FAA de degradar la calificación de seguridad de México.
El impacto económico de esta pérdida de categoría podría ser significativo. Limita la capacidad de las aerolíneas mexicanas para expandirse en el mercado internacional y podría afectar negativamente tanto al turismo como al comercio internacional. Además, podría llevar a una menor confianza de los pasajeros y compañías extranjeras en la industria de la aviación mexicana.
La pérdida de la Categoría 1 también plantea desafíos adicionales para México en un momento en que la industria de la aviación busca recuperarse de los impactos económicos de la pandemia de COVID-19.
Para recuperar esta categoría y restaurar la confianza en su industria de la aviación, México deberá abordar de manera efectiva las razones detrás de la pérdida y tomar medidas significativas para mejorar la seguridad y la supervisión en sus operaciones de aviación civil.
Esta reciente pérdida de la Categoría 1 subraya la importancia de mantener altos estándares de seguridad en la aviación y la necesidad de abordar de manera proactiva los desafíos en este sector. Para México, restaurar su estatus de seguridad aérea y fortalecer su industria de la aviación son imperativos para su crecimiento económico y su papel en el mercado internacional de viajes y comercio.
Con la recuperación de la categoría, México sigue conectado con el mundo con 50 rutas y un millón de pasajeros más. Además, brinda la posibilidad de reforzar la conectividad con uno de los mercados más importantes para el país: Estados Unidos. Este beneficio alcanza, incluso al AIFA, que podrá crear nuevas rutas con la unión americana.
En términos de vuelos internacionales, México ocupa un lugar destacado. Según datos de la OACI, nuestro país se encuentra entre los que reciben un alto número de vuelos internacionales. El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) es uno de los aeropuertos más transitados de América Latina.
Las repercusiones más allá de la seguridad es el limitante que tienen las aerolíneas nacionales para expandir sus servicios, están poniendo en riesgo el crecimiento del sector turístico. Además de las decisiones de cancelar el aeropuerto de Texcoco que sería el nuevo hub aéreo para América Latina, existe un elevado riesgo que las aerolíneas internacionales se trasladen a un país con mejor infraestructura y condiciones como Panamá.
La baja en las operaciones y los posibles desplazamientos imponen otro reto para la economía mexicana que está pagando los bonos emitidos para financiar el nuevo aeropuerto que nunca se construyó con el ingreso del impuesto aeroportuario o TUA. El hecho que este impuesto no cubra los pagos, el estado mexicano tendrá que retirar recursos de otras áreas para realizar el pago del servicio de deuda.