Cerca de 70 artesanos ambulantes de La Paz viven en la incertidumbre laboral

Ante la incertidumbre por no contar con un espacio específico para la venta de artesanías en los espacios públicos donde se localiza el grueso de la población turística, alrededor de 70 artesanos que se localizan en el municipio de La Paz, buscan un lugar en el que se puedan establecer para trabajar de manera continua.

Por lo anterior, la artesana Ariadna Gómez, dio a conocer que no existe una protección que les otorgue la certeza de contar con un espacio donde puedan realizar sus ventas, siendo el malecón el punto donde se colocaban y hoy, ya no pueden usar de forma regular.

“Lo que estamos buscando es que nos protejan con espacios y que nos dejen seguir con la venta en puntos específicos del malecón. Queremos ver si esta iniciativa está protegiendo los puntos de comercio donde podemos trabajar, ya que últimamente se nos ha estado negando ese espacio y, como artesanos, es importante estar cerca del turismo, si no, ¿dónde están los turistas aquí en La Paz?, en el área del malecón“.

Siendo el callejón Cabezud el único lugar con el que contaban para trabajar al rotar a los grupos de vendedores que ahí se instalaban, la trabajadora de artesanías recordó que, sin dar aviso alguno, asignaron los puntos de venta a un grupo en específico y retiraron la renovación de permisos al resto de ellos.

Adicionalmente, detalló que en la actualidad, tanto ella como sus compañeros cuentan con los espacios del mercado orgánico, que se ubica sobre la calle Antonio Rosales, que colinda con el malecón de esta ciudad capital, para exponer sus productos.

“Nos estamos reuniendo, por eso queremos ver qué es lo que está contemplando la Ley de Artesanos, porque nos están dejando al aire. No sabemos ni en donde nos van a poner, ni en qué fechas vamos a estar cerca del turismo, porque una cosa es poner un mercado artesanal muy bonito y todo lo que tú quieras, pero si no está cerca de la gente, la gente no se va a desplazar grandes distancias para ir a comprar”.

Mientras que la creatividad de estos comerciantes continúe con la elaboración de sus productos hechos a mano, en la espera de una fecha y el permiso de la autoridad municipal para instalarse nuevamente en la vía pública, los artesanos deberán buscar alternativas que les permita generar un ingreso económico que les de solvencia a su familia.