China ejecuta una de las mayores purgas políticas y militares de la era Xi Jinping

El Partido Comunista de China (PCCh) anunció la expulsión de altos funcionarios civiles y militares en una de las mayores purgas internas de los últimos años, en un movimiento que reafirma el control político del presidente Xi Jinping sobre la estructura de poder del país. El Comité Central confirmó la salida de 14 de sus miembros tras investigaciones que revelaron casos de sobornos millonarios, abuso de poder y enriquecimiento ilícito dentro de las esferas estatales y del Ejército Popular de Liberación.
Entre los sancionados se encuentran figuras de alto rango como el general He Weidong, hasta ahora vicepresidente de la Comisión Militar Central (CMC); el almirante Miao Hua, ex jefe del Departamento de Trabajo Político de la CMC; y Tang Renjian, ex ministro de Agricultura y Asuntos Rurales, quien fue hallado culpable de aceptar sobornos por más de 268 millones de yuanes (unos 37 millones de dólares). Las decisiones fueron aprobadas durante la cuarta sesión plenaria del XX Comité Central, celebrada esta semana a puerta cerrada en Beijing.
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La Comisión Central de Inspección Disciplinaria presentó un informe que detalla cómo las irregularidades alcanzaron tanto a la estructura política como al aparato militar. Según el documento, los implicados habrían utilizado su posición para manipular contratos públicos, influir en ascensos militares y canalizar recursos hacia redes personales de corrupción. Las conclusiones del reporte describen una “corrupción sistémica con efectos devastadores” en la eficiencia del Estado y en la confianza dentro del Ejército.
Estas expulsiones se enmarcan en la campaña anticorrupción que Xi Jinping impulsa desde hace más de una década y que ha sido una de las piedras angulares de su administración. Sin embargo, el alcance de esta nueva ola de sanciones sugiere un intento más amplio de consolidar el poder político y disciplinar a las facciones internas del partido. En los últimos meses, la caída de dos ministros de Defensa y de varios altos mandos de la Fuerza de Cohetes había anticipado la magnitud del reacomodo que ahora se confirma oficialmente.
El caso de Tang Renjian es el más severo: el exministro fue condenado a muerte con suspensión de dos años, una figura legal que generalmente se conmute por cadena perpetua, luego de comprobarse su participación en esquemas de corrupción que involucraban propiedades, transferencias ilegales y sobornos a empresas agrícolas estatales. Por su parte, la desaparición del general He Weidong de la vida pública desde marzo había generado especulaciones sobre una investigación interna que ahora se confirma con su destitución definitiva.
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El Ministerio de Defensa reconoció que las investigaciones han revelado “sumas extremadamente grandes” y “daños significativos a la reputación y capacidad operativa” de las fuerzas armadas. La caída de estos mandos militares se produce en un momento de creciente tensión regional, con disputas en el mar de China Meridional y un contexto internacional cada vez más hostil hacia Beijing. Analistas internacionales señalan que el gobierno busca asegurar la lealtad absoluta del Ejército a la figura de Xi antes del próximo ciclo estratégico del país.
Durante la sesión plenaria, el PCCh también discutió la elaboración del XV Plan Quinquenal (2026-2030), que definirá las prioridades económicas y sociales del gigante asiático. El comunicado final subraya la “unidad inquebrantable” del partido en torno al liderazgo de Xi Jinping y exhorta a fortalecer la disciplina interna, el control ideológico y la transparencia administrativa en todos los niveles de gobierno y defensa nacional.
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