Cierre judicial sacude al Zoológico de León tras muertes, fugas y señalamientos de negligencia

El Zoológico de León, en Guanajuato, fue cerrado de manera temporal por orden de un juez federal, en una decisión que expone una cadena de presuntas irregularidades operativas, muertes de animales y fallas de supervisión que colocaron al recinto en el centro de un proceso legal de alto impacto público.
La suspensión deriva de un juicio de amparo promovido por la asociación civil Despacho Va por Sus Derechos, A.C., que acusó omisiones tanto en la administración del parque como en la vigilancia ejercida por autoridades municipales y dependencias ambientales estatales y federales, abriendo un frente judicial que obligó a la intervención del Poder Judicial.
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La investigación tomó fuerza tras una serie de hechos que generaron alarma social, entre ellos la muerte de 24 borregos muflones luego del ingreso de perros al área de exhibición, el fallecimiento de un avestruz tras caer en la fosa de los leones, la muerte de un pingüino dentro de su hábitat y la desaparición, seguida del hallazgo sin vida, de un mono araña.
El caso no se limitó a episodios aislados, ya que también se documentaron fugas de animales y un deterioro visible de la infraestructura, elementos que apuntaron a deficiencias en los protocolos de seguridad, mantenimiento y manejo de fauna en uno de los espacios recreativos más emblemáticos de la ciudad.
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Como parte del proceso legal, el juez federal ordenó a las autoridades señaladas rendir informes en un plazo de 48 horas para esclarecer si existieron omisiones y determinar si la clausura temporal debe mantenerse, lo que deja en suspenso la operación del zoológico y el destino inmediato de los ejemplares bajo su resguardo.
La crisis institucional tuvo repercusiones internas, luego de que el director del parque, Rigoberto Montes Palomares, presentara su renuncia ante el Consejo Directivo, en un intento por despresurizar la polémica y dar paso a una reconfiguración administrativa en medio del escrutinio público.
Aunque en un inicio se planteó una salida inmediata, se acordó que su separación del cargo será efectiva el 31 de enero de 2026, con el argumento de garantizar la continuidad operativa durante el periodo vacacional, mientras se refuerza la vigilancia policial en las instalaciones como medida preventiva.
El cierre del Zoológico de León reavivó el debate nacional sobre el bienestar animal, la responsabilidad de las autoridades en la gestión de zoológicos y el equilibrio entre conservación, educación y recreación, en un contexto donde la presión social exige mayor transparencia y estándares más estrictos en el manejo de fauna silvestre a nivel mundial.
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