¿Cómo el estrés perjudica tu salud y qué hacer para combatirlo?
Extracto: Saber los efectos negativos que provoca el estrés en tu salud es el primer paso para darle batalla. ¡Conócelos aquí!
Todos los días estás expuesto a situaciones que te demandan reaccionar de inmediato y generan una respuesta de estrés en tu cuerpo. Pero si estos episodios se prolongan y son constantes, no pretendas acostumbrarte, ¡haz algo para contrarrestarlos!
Normalizar el estrés en la vida cotidiana es un error. Mejor conoce cómo afecta a tu organismo y qué puedes hacer para librarte de él.
Así ocurre un episodio de estrés en tu cuerpo
Cuando recibes una retroalimentación negativa por tu trabajo, haces un examen decisivo en tu carrera o discutes con tu pareja, el mecanismo del estrés inicia con una cadena de eventos a nivel fisiológico que son de gran impacto para ti:
- Fase de alarma. Percibes una situación retadora, tus músculos se tensan, se afinan tus sentidos, la adrenalina aumenta tu ritmo cardiaco y se libera la hormona cortisol que eleva el nivel de glucosa en la sangre.
- Resistencia. El cortisol reduce las funciones corporales no esenciales, como la digestión o la reproducción, dejando el camino libre para que tu sistema músculo-esquelético pueda evadir el peligro o luchar. De esta manera tu organismo logra resistir los efectos del estrés.
- Agotamiento. Durante esta fase el pico de estrés se eleva al máximo, provocando agotamiento físico y mental y, por tanto, una disminución en la capacidad de respuesta.
Llegar a la fase de agotamiento significa que el estrés se ha sufrido de manera persistente y prolongada. Tanto así que el estrés normal y agudo se convierte en crónico y comienza a causar estragos en la salud física y emocional.
Si el estrés deja de ser una alarma natural que se presenta de vez en cuando y se descontrola, puede derivar en enfermedades graves como hipertensión, diabetes, problemas cardiacos, ansiedad y depresión.
Formas de darle batalla al estrés
Como ves, el estrés se vuelve dañino cuando se vuelve crónico. Para evitarlo existen varias alternativas que te pueden ayudar a manejar tus emociones e incrementar la tolerancia al estrés:
Gestiona tu estrés. Aprende a identificar cuando ocurre el episodio de estrés y anticípate. Haz respiraciones profundas y aprende técnicas de relajación y meditación.
Toma vitaminas antiestrés. Los suplementos alimenticios como la rhodiola, el magnesio y el zinc, tienen propiedades que favorecen la regulación del estrés, el bienestar emocional e intervienen en la respuesta al estrés.
Duerme mejor. Tener un sueño profundo por más de 7 horas y tomar siestas permite que el cuerpo se recargue de energía. Además, favorecen el control de la ansiedad y el cortisol (hormona del estrés).
El mecanismo del estrés funciona como una alarma natural, pero si experimentas estrés crónico toma vitaminas para el estrés y nervios, duerme mejor y acude con un profesional de la salud mental. ¡No dejes que el estrés te domine a ti!