De Campeche a Baja California Sur en bicicleta: Conoce la historia de David

En un acto de gratitud hacia la Virgen María, David González, un mecánico de motos y apasionado ciclista, se ha embarcado en una travesía peregrina en bicicleta que abarca desde Isla Aguada, Campeche, hasta La Paz, Baja California Sur. Su extraordinaria travesía ha captado la atención de los medios de comunicación, destacando la importancia de la gratitud, la fortaleza y la fe para superar cualquier obstáculo.

Después de un riguroso año y medio de preparación, González inició este viaje de seis meses, dejando su taller mecánico bajo el cuidado de su hijo. Sin embargo, destaca que su verdadero patrocinador en esta odisea es Jesucristo, quien le ha brindado apoyo inquebrantable. Además, ha recibido un cálido respaldo por parte de la comunidad católica, especialmente durante su paso por Sinaloa, donde generosas personas le han ofrecido agua, comida y asistencia económica.

A lo largo de su travesía, González ha tenido encuentros con individuos de diversas procedencias. Motociclistas se le han acercado con curiosidad para conocer su historia y su destino, pero, tras escuchar sus motivos, le permiten seguir su camino. En lugares como Palmitas y Angostura, ha sido sorprendido por la amabilidad de personas que, al enterarse de su peregrinaje, le han brindado una mano amiga.

Resulta impactante para muchos el hecho de que González, a pesar de su discapacidad en el pie, esté tan lejos de su lugar de origen. Su travesía, que se prolongará durante siete meses, culminará el 11 de diciembre en Isla Aguada. Desde sus primeras peregrinaciones a los 15 años, ha encontrado en el ciclismo una pasión compartida con otros que también enfrentan limitaciones físicas.

Con 23 años de experiencia viajando de esta manera, visitando diversas regiones de México, como Chiapas, Veracruz y Oaxaca, González considera su travesía actual como una fuente de alegría y satisfacción. Su ejemplo se ha convertido en una poderosa motivación para numerosos jóvenes en todo el país, transmitiéndoles un mensaje de fe y esperanza.