Científicos de Stanford logran crear miles de mini cerebros usando un simple aditivo alimentario común

El hallazgo permitirá acelerar el análisis de medicamentos y mejorar la comprensión del desarrollo cerebral humano sin necesidad de ensayos invasivos
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Investigadores del Stanford University han logrado utilizar un espesante habitual en la industria alimentaria para crear miles de organoides cerebrales de tamaño y forma uniformes.

Esto abre nuevas posibilidades para estudiar el desarrollo del cerebro y evaluar el impacto de medicamentos y sustancias en etapas tempranas.

¿Cuál es el espesante que se usó para poder crear los “mini cerebros”?

La goma xantana, muy usada como espesante en alimentos y cosméticos, aporta una mayor viscosidad al medio de cultivo, separando eficazmente los organoides en sus etapas de crecimiento.

Esta solución permitió al equipo producir decenas de miles de unidades casi idénticas en tamaño y forma.

Uno de los principales retos técnicos hasta ahora era que los organoides “se pegaban”, se fusionaban y derivaban en tamaños distintos, lo que complicaba los análisis comparativos.

Con este método, el equipo pudo cultivar 2 400 mini-cerebros simultáneamente y exponerlos a 298 fármacos aprobados por la Food & Drug Administration (FDA) para observar efectos sobre el desarrollo cerebral.

Como resultado algunos medicamentos, incluyendo uno usado para tratar cáncer de mama, mostraron que podrían frenar o interrumpir el desarrollo apropiado de estos tejidos cerebrales.

A su vez, abre la puerta a nuevos protocolos de seguridad dirigidos a poblaciones vulnerables en quienes los datos farmacológicos suelen ser limiados

Los autores advierten que, aunque los organoides imitan muchas funciones cerebrales, no reemplazan al cerebro humano completo.

El equipo de Stanford planea aplicar esta metodología para explorar terapias de enfermedades neurológicas complejas para evaluar cómo distintos factores interactúan en el desarrollo del cerebro.

Este avance no solo constituye un hito metodológico, sino que tiene el potencial de dar un impulso importante a la investigación en salud cerebral.

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