La creciente oferta de casinos en México
El auge de popularidad de los juegos de casino en México está haciendo que cada vez más se desarrolle la industria de casinos físicos a una velocidad nunca antes vista.
Si México era conocido por su cultura, su gastronomía y los parajes naturales, ahora hay que agregar los casinos. Para muchos esto no será una sorpresa, ya que gran parte del turismo de las playas de la Riviera Maya y Cancún está centrada en la oferta de casinos para atraer a más gente que busca tanto el ocio nocturno como la relajación en vacaciones.
Parte de las razones del éxito de la industria del casino en México están en la flexibilidad que ofrecen a los usuarios a la hora de entrar a sus establecimientos. Primero que nada, no cobran la entrada y segundo que la mayoría no tiene un código de vestimenta, y esto es una preocupación menos para los clientes, sobretodo si hablamos de gente que está de vacaciones en la playa.
Pero es importante recalcar que, a día de hoy, la oferta de casinos en México está lejos de concentrarse únicamente en las costas playeras del Sur.
Cada vez más se están construyendo grandes casinos en otras zonas del país, como por ejemplo en Baja California y las zonas fronterizas con los Estados Unidos. Se tratan de establecimientos que buscan captar el mercado norteamericano que está prácticamente saturado de ciudades como Las Vegas en las que la experiencia de entretenimiento está en un periodo valle en el que cada vez cuesta más fidelizar a los visitantes.
Uno de los ejemplos más claros es el Diamonds Casino de Mexicali. Justo en la frontera con Estados Unidos, es uno de los casinos más grandes del área con alrededor de 800 máquinas de tragamonedas. Muchas de ellas son importadas de las mismas empresas que ofrecen servicios a casinos de Las Vegas por lo que tienen la opción de elegir entre el español y el inglés a la hora de jugar. De igual manera, se pueden encontrar máquinas de juegos virtuales clásicos como la lotería o el bingo que vuelven a ser populares en las nuevas generaciones. En lo que respecta la comida, este casino tiene un servicio de restauración que funciona 22 horas al día dejando únicamente descansar sus cocinas entre las 4 y 6 de la mañana.
Del lado oeste del país tenemos el Casino Hipódromo de Tijuana que es incluso uno de los más grandes del país. A apenas 20 minutos de la ciudad de San Diego en California, este casino fue uno de los primeros en atraer a un gran número de estadounidenses a sus instalaciones y a día de hoy es uno de los favoritos de los vecinos del Norte.
Con más de 1000 máquinas tragamonedas y una sección de apuestas deportivas, si algo se le podría reclamar a este casino es que no abundan las mesas de juegos cartas, pero para lo que ofrece la zona, entre la calidad de juegos y servicio al cliente, es un casino a la altura de cualquier amante de los juegos de casino.
Pero pese al largo recorrido de los casinos en la Riviera Maya y Cancún, aun hay mucha margen de mejora en la industria de casinos físicos en México. Muchos establecimientos aun no tienen páginas web ni perfiles en redes sociales por lo que suele ser difícil acceder a información de sus servicios.
México tiene la capacidad para intentar competir con su vecino del Norte en términos de oferta de casinos y está en la buena dirección para remontar el retraso con respecto a casinos de Estados Unidos. Podemos esperar que esta industria siga desarrollándose a pasos de gigante en los próximos años.