Crisis, malabares y pandemia; la vida en un crucero

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Crisis en pandemia

A casi un año de iniciada la pandemia que desató el SARS-CoV-2 a nivel mundial, en Los Cabos no fue la excepción, por lo que muchos negocios y actividades económicas cerraron sus puertas, además de que las reuniones sociales y fiestas quedaron suspendidas, por ende muchas personas quedaron desempleadas.

Así que la vida y risas de los payasos se vio brutalmente afectada, por lo que en busca de una manera digna donde vivir y salir de la dura crisis; algunos decidieron volver a pintar sus caras, cambiar su estado de ánimo, de la desesperación a la alegria para realizar malabarismo urbano en cruceros de este puerto, a cambio de unas monedas y de esta manera llevar el sustento a sus hogares.

Jesús Johnatan, quien tiene 21 años y es originario de Puebla, dijo que en compañía de su hermano se caracterizan como payasitos para ir a los cruceros y hacer malabares con la única intención de llevar algo que comer a sus padres y hermanos, por lo que desde muy tempranas horas acuden a los semáforos a trabajar.

“En mi familia nos dedicamos a ser payasitos y ahora con en esta pandemia, no hay nada de gente ni fiestas; gracias a mi papá aprendí el arte urbano del malabar, actualmente aprovecho un poco esto de trabajar en los cruceros para agarrar más práctica, además de que la situación es más complicada económicamente y hay que ayudar, debido a que la renta es un poco elevada, así que tenemos que echarle ganas porque no queda de otra”.

Dijo que debido a lo fuerte del sol tienen que trabajar en 2 turnos, no les queda de otra más que salir adelante y trabajar con esfuerzo en los cruceros, ya que tienen que sacar para los alimentos de 2 hermanos más.

Destacó que el único inconveniente es que las autoridades municipales no los dejan trabajar, ya que los policías al ver sus actividades en medio de las calles, de inmediato los retiran del lugar, indicando que de no hacerlo serán trasladados a los separos, así que por temor mejor se van.

Por su parte el payasito Cristalin Pop, originario de Hidalgo, quien por años ha trabajado en el malabar, tiene varios meses viviendo en Cabo San Lucas, refiriendo que la crisis que se vive hoy en día es muy compleja sobre todo en el sentido económico, ya que afectó a demasiadas familias, sobre todo a quienes viven del espectáculo, fiestas y reuniones.

“Gracias a Dios y a mi padre, tengo la habilidad de malabar, entonces como no hay reuniones, eventos ni fiestas, nos vemos en la necesidad de desarrollar las habilidades aprendidas aquí en el semáforo”.

En cuanto a las autoridades de Seguridad Pública dijo que sí ha batallado un poco en este sentido, ya que al mes de haber llegado a Cabo San Lucas me detuvieron, ya que el malabarismo en los cruceros es una falta administrativa.

“Ojalá nos permitieran ese espacio sobre todo a los artistas urbanos que nos preocupamos por hacer un desarrollo bien hecho para la gente de CSL y si a las personas les agrada nos apoyarán con sus propinas”.

Finalmente dijo tener una familia que mantener, por eso se ve en la necesidad de estar yendo en diferentes horarios a diversos semáforos de CSL, tratando primero de evadir a la autoridad y dos buscando el sustento para poderlo llevar a casa.

Los entrevistados coincidieron al hacer el llamado a las autoridades para que les permitan trabajar, ya que es la única manera que tienen para salir adelante, además de que la necesidad de comer es tan grande que los orilla a esto.

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