ONG denuncia muerte de bebé en protestas de Panamá; policía lo niega

La organización Aldeas Infantiles SOS denunció que una bebé de 1 año y 8 meses murió por la inhalación de gases lacrimógenos lanzados por la Policía Nacional de Panamá durante las protestas en contra de una reforma al sistema de pensiones, en la provincia de Bocas del Toro.

Según la ONG, los hechos ocurrieron en Pueblo Nuevo, donde presuntamente los agentes habrían lanzado gases dentro de una vivienda, lo que provocó la muerte de la menor.

“Una niña de apenas 1 año y 8 meses falleció como consecuencia de los gases lacrimógenos lanzados dentro de su vivienda durante las represiones violentas que se han registrado tras las manifestaciones”, señaló la organización en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram la noche del martes.

Aldeas Infantiles calificó como “uso desmesurado e irresponsable de la fuerza” la actuación policial y anunció que presentará una denuncia formal para evitar que “este homicidio quede impune”.

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Respuesta de la Policía Nacional de Panamá a las acusaciones

Sin embargo, el director de la Policía Nacional de Panamá, Jaime Fernández, cuestionó la veracidad del caso. “No ha habido una denuncia sobre esta muerte”, dijo ante medios de comunicación, y acusó a la ONG de presentar el caso “de forma anticipada y sin evidencia”.

Fernández afirmó que desde hace más de cinco días no se han registrado enfrentamientos en Pueblo Nuevo. “Es debatible lo que están presentando Aldeas Infantiles SOS”, aseguró, y agregó que la institución necesita pruebas para poder iniciar una investigación.

Desde el 28 de abril, manifestantes han bloqueado más de 40 puntos viales en Bocas del Toro en protesta contra una reforma de pensiones impulsada por el gobierno panameño. Las protestas se intensificaron el jueves pasado, con saqueos, incendios de vehículos, y ataques a infraestructura pública como un estadio, un aeropuerto y edificios gubernamentales.

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De acuerdo con la Agence France-Presse, sin contar la denuncia de Aldeas Infantiles, las manifestaciones han dejado hasta ahora un muerto, más de 300 personas detenidas y decenas de heridos, incluyendo 14 policías.

En respuesta a la violencia, el presidente José Raúl Mulino decretó estado de urgencia en Bocas del Toro, suspendiendo hasta el domingo garantías constitucionales como el derecho de reunión y libre tránsito. También se ordenó el bloqueo de internet y redes móviles durante el fin de semana.

(Con información de Agence France-Presse)