DESACIERTOS

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Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa en el Palacio Nacional

El desacierto de afirmar que el presiente Andrés Manuel López Obrador era una fuerza moral “y no una fuerza de contagio”, le duró a Hugo López-Gatell hasta que el propio López Obrador se contagió de coronavirus. Diez meses después de tal barbaridad, al responsable de la política contra la pandemia se le vio ayer, en la “vespertina-nocturna” en Palacio Nacional, pero de manera contradictoria en condición virtual. Es decir, entró en aislamiento, tras haber estado en contacto con el Presidente. 

Incurrió en irresponsabilidad sanitaria López-Gatell. Y tan es cierto el riesgo de contagio, que él mismo tuvo que entrar en aislamiento. La espeluznante expresión que diera López-Gatell en marzo del 2020 sobre la fuerza moral y no de contagio del Presidente, quedó hecha trizas con el inicio de la semana al divulgarse el contagio del Presidente.

Como todo ser humano, López Obrador es de carne y hueso. Por tal, expuesto a riesgos de contagio. López Gatell debió de haber sido un contrapeso efectivo no un adulador de la necedad presidencial. Un desacierto llevó a otro. El quédate en casa, queda en casa y quédate en casa, sólo implicó que los gobiernos locales se vieran en enredosas decisiones de amonestar y hasta sancionar a la población que no respetara la exigencia sanitaria, cuando en contraste, las giras presidenciales se daban y se daba el contacto de la gente.   

No fue tampoco, López Gatell, el médico social que alertara que la pandemia no era una cuestión de algo que cayera como anillo al dedo (como había salido de Palacio Nacional) al país o a las políticas gubernamentales. No cuando hay una tragedia (en números oficiales) de 150 mil decesos por el coronavirus.

No se impuso. Ahora está aislado.

El yerro no puede dejar de estar cargado de alta intensidad. Cuántos otros casos contrastantes no hay o se han dado, ante la ausencia de contrapesos internos de cara a decisiones que tienen que ver con el interés de la nación.

No a más experiencias lamentables en otros ejercicios por adulación o simulación similares en cuanto a que el Presidente no es fuerza de contagio sino que fuerza moral. 

Carlos Marín, ayer en Milenio daba cuenta de que cuando presidente, Vicente Fox en un evento quiso ir por una ruta ajena a la establecida, pero un integrante del Estado Mayor Presidencial le dijo que por ahí no. Y no lo dejó pasar. Le valió 15 días de arresto por no atender el sí voy a pasar de quien era el jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Pero, el contrapeso de seguridad se impuso.

Los dos mil kilómetros de los litorales sudcalifornianos se siguen devastando. Y no hay un contrapeso en el seno federal para que se actúe en defensa de tal patrimonio de Baja California Sur, como si no pasara nada, cuando está pasando.

Como tampoco hay un contrapeso de Conagua, para que no se siga construyendo en medio de arroyos, como en estos días sucede en Costa Azul con la 4T municipal, no obstante el agravio y vergüenza que dejaran con desarrollos habitacionales en arroyos (tanto en Cabo San Lucas y San José del Cabo en el 2008), hoy aliados de la candidatura de Morena en pos de la gubernatura sudcaliforniana.

Que en el desacierto de López-Gatell, la excepción no sea la regla.
 
GRILLAS Y GRILLAS

Se están poniendo “verdes” de berrinche, aludió Alberto Rentería, dirigente estatal morenista, ante la inconformidad desatada por las formas empleadas en la conducción de Morena en Baja California Sur, el manejo de encuestas para legitimar candidaturas, los señalamientos a Víctor Castro. Y bueno, morenistas ya se están pasando al PVEM. Si Rubén Muñoz daría por igual tal paso, ¿para cuándo?  

Armida Castro, alcaldesa cabeña, por su parte ayer se deslindó de los “berrinches” que acusara Rentería. En declaraciones a la directora de Información de esta casa editorial, Leticia Hernández, se dice decepcionada de Víctor Castro (quien activa como candidato a la gubernatura de Morena), rechazó que estuviera con berrinche,  pero lo que se anticipaba sería el anuncio de su ida al PVEM, refirió que seguirá en Morena “hasta donde tope en la defensa de sus derechos y de todas las mujeres”. De acuerdo al calendario electoral, hasta a marzo será la oficialización de candidaturas ante el IEEBCS.

La foto que esperaba el domingo, no llegó. Sigue el morbo político.

Antonio Manríquez no suelta su presencia en tierras sudcalifornianas.

Pregunta obligada: ante la insistencia del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, porque Presidencia no quede al margen de sus dichos en tiempo electoral, ¿el gobernador Carlos Mendoza subirá a una tribuna diaria para dar cuenta de sus logros de gobierno: economía, empleo, menos pobreza, mejores indicadores en seguridad, el referente del principal crecimiento en el país, el estado con menos decesos por Covid 19? Más morbo: cuál sería la postura, entonces, de la dupla Castro-Rentería.         

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