DESAIRE
¿Un Presidente de la República puede visitar un Estado y organizar un evento público sin invitar al Gobernador?
La respuesta legal es que sí; aunque políticamente sea incorrecto.
En cualquier República Democrática integrada por estados libres y soberanos, la convivencia federal estatal y municipal, es la base del Federalismo.
Por eso, cuando un Presidente de la República acude a una gira a un Estado de la República, el protocolo exige que se invite tanto al Gobernador como al Presidente Municipal correspondiente, ya que los tres ostentan el poder que les otorga el pueblo a través del voto ciudadano.
Sin embargo en México, nuestro país, el Presidente López Obrador visitó Chihuahua y no invitó al Gobernador Javier Corral.
El viernes 2 de octubre del presente año, con la investidura de primer mandatario, organizó un evento en Ciudad Juárez, Chihuahua, excluyendo de dicha gira a quien gracias al voto de los ciudadanos del Estado, gobierna en todo el territorio y representa a todo el pueblo, aunque sea de otro partido político.
Lo más curioso y raro fue que sí invitaron al Presidente Municipal Héctor Armando Cabada.
De inmediato, nueve gobernadores de la Alianza Federalista publicaron un comunicado manifestando que “El Federalismo se debilita cuando el Titular del Ejecutivo Federal sienta el precedente de ignorar a una autoridad local electa legítimamente, como forma de mostrar sus diferencias con ésta. No se ignora al Gobernador, sino al pueblo al que representa”.
Nuestra República se integra por 31 estados “Libres y Soberanos” y por otra entidad autónoma llamada Ciudad de México, donde se asienta el Poder Federal y es la capital del país.
Por esta razón, nuestro país lleva el nombre de Estados Unidos Mexicanos; la Patria y la Nación son conceptos globalizadores que resaltan la unión de esos estados bajo una entelequia aún mayor que es la Unidad Nacional expresada originalmente en el Congreso Constituyente y, permanentemente, en la Constitución.
Lo anterior justifica que, cuando un Presidente de la República toma posesión de su cargo, se obliga a guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes “mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión.” La Constitución establece que “si así no lo hiciere,” la Nación se lo debe demandar.
Los gobernadores de la Alianza Federalista le están demandando al Presidente que cuide y vele por esa Unión de la República.
¿Usted cree que el reclamo esté bien fundado?
Esa es una duda sustentable.
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