Deslave en la Francisco Villa deja sin paso a personas mayores y con discapacidad

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Callejón en colonia Francisco Villa

En el callejón de acceso y calle Regidores, ubicado en la colonia Francisco Villa, caminar se ha convertido en un verdadero desafío y, en muchos casos, un riesgo. Las condiciones en esta área incluyen piedras, escombros, montones de tierra, ramas caídas y basura, además de los desniveles en el suelo provocados por repetidos deslaves que empeoran tras cada lluvia.

Estas condiciones son motivo de reproche y molestia para los residentes, especialmente preocupantes para los vecinos de la tercera edad y aquellos con discapacidades. La falta de respuesta por parte de las autoridades encargadas de restaurar la zona ha llevado a la comunidad a buscar soluciones por cuenta propia.

“Nos encontramos prácticamente atrapados. Un vecino trajo algo de tierra y una máquina llegó, pero solo se echó tierra hasta cierto punto. Luchamos mucho para conseguir más tierra. Como pueden ver, está lleno de zanjas. Desde la entrada hasta allá, quedó en ese estado porque no había suficiente tierra. Nos quedamos sin tierra, y por eso quedó así”, expresó una vecina.

“Para evitar llevar los escombros lejos, los arrojaban aquí, por eso está lleno de piedras. Era más conveniente de esa manera, y nosotros solo acomodábamos los escombros. Toda esta agua que fluye aquí proviene de las colonias más arriba, viene de allá…”, explicó otro vecino.

Aunque la zona nunca ha estado pavimentada, no sería un problema significativo si las autoridades municipales brindaran algún tipo de mantenimiento o atención. Esto es especialmente importante porque la colonia alberga principalmente a personas de la tercera edad y con discapacidades.

“En ocasiones no podemos movernos porque la calle se inunda, y no podemos sacar un automóvil. Mi hijo usa una silla de ruedas, y hay otras personas que tampoco pueden caminar debido a su edad. Nos resulta muy difícil transitar por este callejón”, comentó un vecino.

Estas condiciones exigen una movilidad segura sin el riesgo constante de accidentes o enfermedades, ya que las inundaciones periódicas son algo común en la zona, según relataron los residentes.

Con el paso de los años, la comunidad espera no tener que vivir en estas condiciones por mucho más tiempo, ya que están agotados.

“Esperamos que las autoridades no nos olviden”, concluyeron.

GC

Sofía Apodaca