Día del Niño, festividad llena de limitaciones y presiones
La crisis sanitaria ocasiona que en este 30 de abril, los derechos y obligaciones del menor queden de lado; crece el trabajo infantil en calles del municipio
María Elena Solís, responsable de los Programa de Atención de Menores y Adolescentes en Riesgo (PAMAR), del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Los Cabos dijo que esta crisis sanitaria ha sido muy difícil para los menores de edad, debido a que no cumplen al 100 con sus obligaciones académicas, mientras que sus derechos se ven violentados en varios sentidos, así que este 30 de abril deberán celebrarlo de una manera muy diferente, en medio de limitaciones, así como de la presión psicológica y laboral en algunos casos.
Explicó que, derivado a la pandemia desatada por el Coronavirus, PAMAR ha tenido que buscar otros mecanismos para brindar atención a los menores, anteriormente era de manera grupal pero ahora con la crisis sanitaria es vía telefónica, señaló que los menores son quienes más han sufrido en esta contingencia sanitaria y es que la instrucción académica recibida no ha sido la adecuada.
“Se les ha estado haciendo muy difícil la cuestión escolar, de hecho, percibimos que muchos niños, niñas y adolescentes, difícilmente llevan su educación básica como debe de ser y todo porque no tienen los medios para hacerlo, incluso tenemos familias que desafortunadamente no cuentan con un teléfono”.
Refirió que otras situaciones adversas es en el aspecto económico, muchos padres deben gastar más al pagar internet, cuya finalidad es que el menor estudie, además de que hay jefes de familias y amas de casa que no saben leer ni escribir; familias de muy escasos recursos que buscan cualquier cosa para generar ingresos para comer, en el que a veces los adultos obligan a los hijos a que contribuyan al gasto familiar.
“Hemos visto un gran incremento en los niños trabajadores y vendedores ambulantes, de hecho, tenemos menores en los cruceros limpiando parabrisas o en los estacionamientos de algunos centros comerciales, en específico en la tienda de la mamá Lucha, ubicada en Las Palmas”.
Detalló que algunos menores se ven obligados a trabajar, todo por la necesidad de comer, niños que al ser detectados son atendidos por DIF de Los Cabos con la intención de desalentar la actividad y previniendo para que no pongan en riesgo su integridad física, incluso DIF busca la manera de brindarles ayuda alimentaria”.
Concluyó que para lo menos ha sido difícil salir adelante en medio de esta crisis sanitaria y económica, misma que trae seria consecuencia en la vida de un chiquillo que hoy en día les genera estrés y depresión.