La dificultad de ser madre y deportista en México, según Paola Espinosa
La clavadista originaria de Baja California Sur Paola Espinosa, ha sido una de las atletas más destacadas en la historia del deporte mexicano. A lo largo de su carrera, Espinosa ha conseguido numerosos triunfos y reconocimientos que la han consagrado como una de las figuras más laureadas del país.
Espinosa participó en cinco Juegos Olímpicos, logrando tres medallas: dos de bronce en Beijing 2008 y Londres 2012, y una de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Además de su éxito olímpico, Espinosa también ha conseguido numerosas medallas en campeonatos mundiales y panamericanos.
A pesar de sus muchos palmares, Paola alcanzó su logro más grande fuera de la piscina en 2017, cuando se convirtió en madre, la clavadista ha hablado abiertamente sobre los desafíos que enfrentó al intentar equilibrar su carrera deportiva con su papel como madre, pero finalmente decidió retirarse de la competición en 2021 para centrarse en su familia.
La medallista olímpica mexicana, fue una de las voces más destacadas en la lucha por el apoyo a las madres que se dedican al deporte en México. Espinosa destacó la falta de empatía y apoyo de los comités deportivos mexicanos para las atletas que se convierten en madres argumentando que la maternidad y el deporte no son mutuamente excluyentes.
De la misma forma hizo hincapié en que muchas madres atletas luchan por continuar con sus carreras después de dar a luz debido a la falta de apoyo y estructuras de apoyo para las madres atletas en México. Esto incluye la falta de acceso a recursos como cuidado infantil, atención médica especializada, y permisos de maternidad adecuados para las atletas de alto rendimiento.
En el mundo del deporte, la maternidad puede ser un obstáculo significativo para los competidores, especialmente para aquellas que compiten en deportes de alto rendimiento. Desafortunadamente, en México, muchos deportistas nacionales se enfrentan a la realidad de que el sistema deportivo no está preparado para apoyar a las madres atletas en su camino hacia la excelencia deportiva después de tener hijos.
Debido a la cercanía con el proceso rumbo a Tokio 2020 y el momento por el que pasaba el mundo debido a la pandemia del Covid-19, la Conade decidió aislar en cuarentena a todos los aspirantes, por lo que Paola solicitó una ayuda y recibió respuesta negativa por lo que tuvo que tomar la difícil decisión de alejarse de su hija y dejarla sola debido a que el padre de la menor, el también clavadista Iván García, también entró en aislamiento con la delegación mexicana.
A pesar de esto, Paola Espinosa participó en el selectivo nacional, donde demostró una vez más su gran habilidad y técnica, aunque lamentablemente no logró clasificar a los Juegos Olímpicos finalizando así toda posibilidad de acudir a su quinta fiesta internacional.
La sudcaliforniana anunció su retiro de las competencias en el año 2022, siendo una de las atletas más destacadas en la historia de la natación mexicana, decidió alejarse del deporte profesional para enfocarse en su familia.
Espinosa expresó su frustración por los malos manejos de Ana Guevara, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), en el deporte mexicano. Según la nadadora, la falta de apoyo y el mal manejo de los recursos en la CONADE han afectado negativamente a los atletas mexicanos, y ella misma ha experimentado las consecuencias de esta situación.
A pesar de esta situación, Paola Espinosa ha dejado un legado imborrable en la natación mexicana. Con una carrera de más de dos décadas, la nadadora originaria de Baja California ha ganado medallas en importantes competencias internacionales, incluyendo los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012, así como en los Campeonatos Mundiales de Natación.