Espacios culturales en BCS siguen sin ser accesibles para personas con discapacidad

En Baja California Sur, ir al museo, a la biblioteca o a una casa de cultura no siempre es una opción para todos. Para muchas personas con discapacidad, estos espacios siguen siendo inaccesibles, a pesar de que la ley dice lo contrario.
Desde 2023, la Ley Estatal para la Inclusión obliga a que edificios públicos tengan rampas, puertas anchas, baños adaptados, elevadores y señalización adecuada. En 2025 se reforzaron las reglas: cualquier obra nueva o remodelación debe incluir criterios de accesibilidad. Sin embargo, la realidad va varios pasos atrás.
El Museo Regional de Antropología e Historia de BCS, por ejemplo, aún enfrenta retos. No hay señalética en braille, ni intérpretes de lengua de señas. Las casas de cultura en La Paz o Los Cabos tampoco cuentan con información pública sobre accesos adaptados o personal capacitado. En municipios más pequeños, como Loreto o Comondú, hay instalaciones con escaleras, puertas angostas y sanitarios sin adaptar.
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Y luego están las calles. Las banquetas de La Paz, y de muchas otras ciudades del estado, están rotas, bloqueadas o mal diseñadas. Aunque el recinto cultural tenga rampa, llegar hasta él puede ser una verdadera odisea.
La ley habla de inclusión. Pero si alguien no puede entrar al edificio, mucho menos disfrutar de lo que hay dentro. La cultura no debe ser un privilegio. Debería ser un derecho garantizado, sin importar si te desplazas en silla de ruedas, usas bastón o necesitas otro tipo de apoyo.
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