Forma de protestar de mujeres paceñas divide opiniones… de otras mujeres

En La Paz, las protestas del 8 de marzo finalizaron con un enfrentamiento entre manifestantes y elementos de la Policía Estatal a las afueras del Centro de Justicia Penal. Vidrios rotos, paredes y pisos rayados fueron algunos de los daños que sufrió el edificio.

Esta situación generó opiniones encontradas entre los paceños y la población en general. Algunos ciudadanos señalaron que estos fueron actos vandálicos y criticaron a quienes participaron en ellos.

Revisa por qué, aquí: https://tribunadelapaz.com/policia-gas-manifestantes-8m-la-paz/

En un sondeo realizado por esta redacción, algunas mujeres compartieron que, para ellas, existen otras maneras de exigir justicia.

“Que está mal porque hay muchas maneras de manifestarse con respeto y dignidad porque somos mujeres y no porque tengamos problemas nos vamos a dedicar a hacer desorden, escándalos. Para mí eso está mal porque hay una manera de hacerlo”, comentó la señora Carmen.

“Que no está bien, no es la solución ni es lo correcto. Hay otras maneras de poder llamar la atención para que nos pongan atención a la mujer y de hacer mejor las cosas. Pienso yo que no es lo correcto”, dijo Victoria.

Por su parte, algunas jóvenes, como Evelyn expresaron que esta es la única manera en que las autoridades voltean a ver a las mujeres.

“Deberíamos reflexionar como sociedad, sobre todo los encargados de puestos, para que esto no vuelva a pasar, porque nosotras no hacemos lo que hacemos por gusto. Lo hacemos porque estamos hartas de todo lo que nos está pasando, toda la desigualdad, las mujeres asesinadas, y que no se les dé respuesta a gente que fue abusada desde niños y que por eso se manifiestan. No es por gusto, es por una pu*a necesidad”.

Poco después de las 21:00 horas del miércoles, personal del gobierno estatal ya se encontraba en el sitio limpiando y reparando los destrozos. Esto indignó a algunas mujeres; una de ellas fue Jazmín.

“Ojalá, así como fue tan fácil de la noche a la mañana limpiar una pared, reconstruir, un lugar, pedir una puerta de cristal fuera tan fácil que nos regresaran a todas aquellas, que ya se fueron que ya no están con nosotros, que no tenían que irse que sufrieron violencia, así de fácil fuera borrar de nuestras mentes los daño que nos han hecho”.

Algunas, como Yamilé, apuntaron que las autoridades son más rápidas reparando un edificio que obteniendo justicia para las víctimas de violencia de género.

“Lo que me parece más impresionante todavía es la respuesta del gobierno, que son bien rápidos para limpiar y bien rápidos para hacer como que no pasó nada, pero para otras cosas, como denuncias de violencia, de feminicidios, todo esto, no hace nada. Entonces ojalá no fuera necesario, pero, si es lo que se tiene que hacer, que se haga”.

En redes sociales la población sudcaliforniana también se dividió, entre aquellos que criticaron las acciones de los manifestantes, y los que expusieron que se trató de un acto de iconoclasia, la intervención de monumentos, calles y edificios con fines ideológicos y políticos.