Doña Maty elabora piñatas en esta temporada, actividad que la hace sentirse útil
Cabo San Lucas.– En abril y diciembre doña Maty se dedica a trabajar con la creación de piñatas que la disfrutan los niños y los no tan niños. Para ella tener una manera de poder obtener una entrada económica hace que en esta cercana Navidad no sea tan difícil.
Doña Maty Mateo Alegro, dice que desde hace cuatro años que acudió a un curso para aprender hacer piñatas “Estoy contenta, porque sí tenía una idea pero desde hace mucho que aprendí y pues antes de que llegue abril comienzo y ahora desde mediados de noviembre me puse hacer y sigo haciendo más piñatas, las hago sencillas porque ya muy laboriosas sí está canijo “
“Desde que quedé viuda, sentía que tenía algo que hacer que no podía quedarme aquí nada más sentada, así que dije pues me hacen falta cosas y primero comencé con unos tamalitos, pero ahora sale caro comprar todo, y todos los días suben los precios, no sé a dónde vamos a parar”.
“Me siento como que renací un poco, todos los días aprende uno cosas, entonces luego que aprendí pues dije de aquí soy y comencé, le fui a pedir periódicos a varias vecinas, comencé haciendo el engrudo y así poco a poco, comprando el papel de diferentes colores”.
Una abuela amorosa que ha luchado por no sentirse sola agrega “Yo vivo con mi hija; definitivamente el amor de los nietos es diferente, decía mi mamá que los nietos se quieren más que a los hijos, no lo creía pero sí es cierto; es un amor diferente y eso te revitaliza, yo vivo con mi hija y dos nietos son los que viven conmigo, pero tengo otros tres más que no viven aquí, están en Guerrero y parece ser que se van a venir”.
“También aprendí hacer huaraches, bolsas de tejido, que pues se venden por temporada, ahora lo que más me deja son las piñatas y gracias a Dios las he vendido bien, creo que la gente me apoya por ayudar, pero espero que les den mucha alegría mis piñatas”.
Para doña Maty el tener que hacer algo, le hace recordar que aún con sus achaques de salud, todavía está bien para poder trabajar en su casa “Me sentía muy sola, como quiera que sea mis hijos tienen su vida, y me tenía que adaptar a ellos, me ayudan pero siempre se siente bonito que con lo que hace uno puede ser uno productivo, eso me hace sentir más tranquila y pues así con lo que me gano, me compro alguna medicina o le doy regalos a los niños cuando es su cumpleaños ”.
Finalmente doña Maty comenta. “Cuando estaba joven trabajé mucho, me gustaba la cocina, hasta llegué a tener una lonchería me iba bien, pero luego me comenzó hacer daño y pues con lo que he ido aprendiendo nos hacen ser productivos, aunque seamos de la tercera edad y tener una entrada extra que no cae nada mal”.