El día despues…

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Columna de Jesús Manuel Díaz Zurita

He compartido con propios y extraños mis comentarios, con los que algunos coinciden y otros no. Lo bueno es que me expresan sus argumentos.

Me llamó la atención el comentario vía WhatsApp que me hizo un amigo que me conoce y me conoce bien.

Y me pidió que comentara mis razones sobre las marchas y ahí voy.

Creo que marchar es bueno, hace bien para la salud y fomenta la convivencia familiar, entre amigos y la sociedad.

Marchar es bueno, porque es muestra de que gozamos de una democracia viva, que palpita. Se esté de acuerdo o no con el propósito y objetivos que se persiguen.

De una u otra forma, se ejercen los derechos ciudadanos de la libre manifestación de las ideas y de la libre reunión. A mí con eso me basta.

Una marcha ciudadana para manifestarse en contra de un gobierno con el que no se está de acuerdo, es tan válida y legítima como aquella marcha que se realiza para apoyar a un gobierno que satisface las demandas y los deseos de quienes asisten.

Nos debe quedar claro que toda marcha es política y nos debe quedar más claro que sus objetivos son políticos.

Ninguna marcha, sea quien sea el que convoque, debe ser descalificada. Basta comprender que es el libre ejercicio de un derecho ciudadano.

LA REALIDAD

Con lo que no estoy de acuerdo es que para convocar a una marcha se manipule la información, se descalifique y se llegué a la ofensa y se genere la división entre ciudadanos.

Decir que se convoca una marcha para defender al INE porque lo quieren desaparecer es mentira. La reforma política presentada por el presidente no pretende desaparecer al organismo. Lleva ya 8 reformas realizadas a través del tiempo que una más no daña.

Señalar que desaparecer al INE es atentar contra la democracia es falso. El ejercicio del voto, contar los sufragios y de ahí obtener un triunfador en una elección es parte de un ejercicio democrático, en el que el ciudadano juega un papel fundamental.

Sin temor a equivocarme sostengo que el Ciudadano es el fundamento y la base de la democracia en México. No son los partidos políticos ni el órgano electoral.

Cómo respuesta a la marcha convocada por la oposición, el presidente ha convocado a su marcha. Esa sí, si su marcha.

Convoca a una marcha para demostrar su poder de convocatoria y el músculo político en el que se apoya.

Los silencios son las respuestas, pues al momento no se han establecido consignas en la convocatoria.

Sólo se tiene conocimiento de que originalmente se contemplaba una concentración popular para presentar su informe de gobierno según sus asegunes.

Partir de la concentración para convertirla en marcha, deja en claro que López Obrador pretende lanzar el mensaje de que el apoyo a su gobierno es mayoritario entre la población.

Puedo pensar que es una respuesta a la marcha por la mal llamada defensa del INE, porque al igual que muchos el presidente fue sorprendido por el número de participantes en la marcha de la oposición. Fueron muchos más de los que se esperaba.

La marcha convocada por López Obrador será el último evento masivo que pueda realizar. Sin duda mostrará su arrastre popular y fuerza política, pero igual dejara en claro que MORENA sin su principal activo político no es nada de lo que aparenta como partido.

La fuerza del presidente es la debilidad de MORENA.

Esa será la realidad un día después.

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