El pozole, entre los 100 mejores platillos del mundo, según Taste Atlas
El pozole, uno de los platillos más icónicos de la gastronomía mexicana, fue reconocido como el número 75 entre los 100 mejores del mundo en el ranking 2024-2025 de Taste Atlas, una prestigiosa página que reseña comidas tradicionales de todo el planeta.
El pozole y su lugar en el mundo
El ranking destacó además a otros dos platillos mexicanos:
- Cochinita Pibil, que se posicionó en el lugar 12, considerada una de las mejores comidas a nivel global.
- Sopa de Lima, que ocupó el puesto 53, un reconocimiento más para la rica tradición culinaria del sureste de México.
El listado es encabezado por la Lechona de Colombia en el primer lugar, seguida de la Pizza Napolitana de Italia, y la Picanha de Brasil en el tercer puesto.
Un platillo con historia y sabor
El pozole tiene raíces en las civilizaciones prehispánicas de México, donde se le conocía como “pozolli”, que en náhuatl significa “espumoso” o “hervido”, en referencia al maíz cacahuazintle que, al cocinarse, se revienta y adquiere una textura esponjosa.
Originalmente, este platillo tenía un uso ceremonial y estaba asociado con rituales religiosos. Aunque en su preparación ancestral se utilizaba carne humana en los sacrificios, esta práctica desapareció tras la llegada de los españoles, quienes introdujeron la carne de cerdo como sustituto.
Variedades regionales de pozole
En México, el pozole tiene diversas variantes según la región, siendo las principales:
- Pozole Blanco: De caldo claro, originario de Nayarit y Sinaloa, que destaca los sabores naturales del maíz y la carne.
- Pozole Rojo: Con chiles secos como el guajillo o el ancho, típico de Jalisco y Michoacán.
- Pozole Verde: Hecho con tomatillo, cilantro y pepitas de calabaza, característico de Guerrero.
El pozole se acompaña de guarniciones que potencian su sabor, como lechuga, rábanos, cebolla, orégano, chile en polvo, tostadas y limón.