El sexo me da risa

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Platico el tema con los que sí saben. A veces coincido y otras, las más, no.

Siempre parto de la base de quiérase o no, el sistema político mexicano está en un proceso de cambio.

En esencia, sostengo que vivimos un cambio de Régimen no de Sistema Político.

Para entender esto, primero debemos comprender el concepto.

Régimen Político: Es el conjunto de condicionamientos que tienen las interacciones políticas, que se compone por Valores y principios orientadores de la acción y objetivos a alcanzar.

O, más sencillo aún, más entendible: son las normas y/o elementos que explicitan qué procedimientos son aceptables en la transformación y distribución de las demandas.

Señalado lo anterior, aunque pueda sonar de risa, desde las elecciones de 2018 para hablar del cambio, de la política nacional, debemos hacer un esfuerzo y entender que se requiere definir un Nuevo Marco Conceptual y analizarlo con el Actual Marco Contextual.

Los análisis ya no soportan las mismas formas. Los políticos — sobre todo los actuales que son iletrados –, no alcanzan a comprender esta nueva realidad.

Me dice un amigo mío, maestro de vida y universidad, “tienes que abundar en la Sociología y la Comunicación”.

Yo le respondo: No, basta con tener memoria histórica de los hechos y entender la Semiótica, los nuevos conceptos en desarrollo.

Quienes han leído a Umberto Eco entienden de inmediato que la Semiótica es la Ciencia que estudia los diferentes sistemas de signos que permiten la comunicación entre individuos, sus modos de producción, de funcionamiento y de recepción.

Y los signos, los mensajes, son los que están cambiando. Es la nueva realidad que se construye día a día.

Sencillo es decir que los actores de la realidad mexicana pueden comprender que los medios de comunicación están en un proceso de cambio, pero se aferran a mantener el mismo mensaje.

Esta realidad la observamos todos los días: la oposición no ha podido, no puede crear un nuevo discurso contra el gobierno, cuando este se mantiene con el envío de mensajes usando nuevas alternativas de medios de comunicación y nuevos conceptos.

La oposición no entiende que no entiende que todos los días desde temprana hora con La Mañanera se inicia con el envío de mensajes que van construyendo el discurso del día.

Ese discurso se refuerza con números y hechos que ocurrieron o están ocurriendo. Hoy tiene más fuerza discursiva el famoso “Yo tengo otros datos”, que el lamentable “López Obrador es un peligro para México”.

Así que basta con revisar los mensajes y compararlos con la historia de la realidad del país. No con la realidad de los libros, sí con los hechos y con los números.

Y así veremos qué no es lo mismo el PRI de hoy que el de hace 5 años. Que los políticos actúan como hace 5 años sin darse cuenta de que algo ya cambió en el país.

Lo más risible, por no llamarlo grave, es que los medios de comunicación continúan trabajando hoy igual que ayer cuando se enfrentan a otra realidad.

Hoy tienen lectores más informados, que usan los rumores y las redes sociales no como medios de información. Las usan como Elementos de Referencia, de comparación.

Es un cambio de régimen político sustentado en un nuevo modelo de comunicación, que da base a diferentes políticas de gobierno que en sí son nuevos mensajes por sí mismos.

Así que repasemos un poco de historia y podremos entender que nada nuevo hay bajo el sol: el presidente de la República utilizó este modelo de comunicación cuando fue jefe de la Ciudad de México y era atacado por siempre por Fox.

La diferencia hoy es que el presidente tiene y usa un nuevo modelo de comunicación sustentado en las redes sociales y ya solo enfrenta un nuevo adversario.

Hoy el receptor –el pueblo– ya identifica a los empresarios como los cuasi propietarios de la oposición PRIANRDMC, que solo tiene un discurso desgastado.

Eso es lo más cómodo, todos están en el mismo saco, incluidos los medios de comunicación.

Y eso es lo que no quieren entender. Se niegan a reconocer su nueva realidad.

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