Empresarios de Tulum acusan a influencers y advierten tintes políticos

Empresarios y líderes del sector turístico de Tulum denunciaron que una ola de desinformación promovida por supuestos influencers ha dañado la reputación internacional del destino. Aseguran que detrás de los contenidos virales que muestran una imagen negativa del municipio existen intereses políticos y económicos, y advierten que las consecuencias alcanzan directamente a cientos de familias que dependen del turismo.
Hoteleros, restauranteros y prestadores de servicios coincidieron en que esta campaña de desprestigio ha distorsionado la percepción de seguridad y sostenibilidad de Tulum, difundiendo versiones falsas o exageradas sobre problemas locales. En redes sociales, abundan publicaciones que presentan al destino como inseguro o colapsado por la sobreexplotación, pese a que las autoridades locales mantienen indicadores estables de seguridad y control ambiental.
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De acuerdo con representantes ciudadanos, “algunos oportunistas intentan sacar partido político de la situación, mientras otros refuerzan la narrativa negativa sin medir las consecuencias”. La preocupación se centra en que este tipo de contenido genera un efecto inmediato en las reservaciones, especialmente en mercados extranjeros donde la reputación digital pesa tanto como la promoción oficial.
El sector empresarial ha respondido con la creación de una alianza para defender la imagen de Tulum y contrarrestar el impacto de lo que consideran una campaña coordinada. A través de estrategias conjuntas de promoción, limpieza y cultura turística, buscan mostrar al mundo una versión real del destino: diversa, sostenible, segura y con una comunidad comprometida en la conservación de su entorno natural.
En medio de esta tensión, algunos actores locales sostienen que el deterioro de la imagen turística también se ha visto agravado por decisiones federales. El obispo Pedro Pablo Elizondo, de la diócesis Cancún-Chetumal, responsabilizó recientemente al Gobierno Federal por las restricciones impuestas en el Parque del Jaguar, un área natural protegida administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través de la paraestatal Gafasacomm. Estas limitaciones, dijo, han afectado la movilidad y el acceso a ciertas playas emblemáticas.
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Pese a los señalamientos, el sector privado insiste en que Tulum sigue siendo un destino seguro, hospitalario y con un equilibrio creciente entre desarrollo turístico y preservación ambiental. La colaboración entre comunidad, empresarios y autoridades busca no solo frenar la desinformación, sino recuperar la confianza de los visitantes internacionales que han sido expuestos a contenidos engañosos.
La respuesta institucional también apunta a reforzar la vigilancia digital para detectar campañas de desinformación coordinadas. Los empresarios proponen alianzas con plataformas tecnológicas y agencias de comunicación para monitorear tendencias, identificar falsedades y fortalecer la narrativa positiva del destino. En una época donde la reputación digital se convierte en un activo turístico clave, Tulum intenta recuperar el control de su relato.
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