¿Por qué cada vez más estadounidenses deciden vivir en México?

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En los últimos dos años se aumentó en un 136.6% el número de permisos de residencia temporal concedidos a estadounidenses. De acuerdo con cifras del Gobierno de México, en el plazo enero-septiembre del 2022 se han expedido 8 mil 412 Tarjetas de Residente Temporal (TRT) a oriundos de EEUU, lo que significó un aumento de poco más de mil 500 solicitudes (23%) en comparación con el mismo periodo del 2021, cuando reportaron 6 mil 838.

Según datos de la Secretaría de Turismo (Sectur), aproximadamente 9.7 millones de ciudadanos de EEUU han llegado como visitantes de enero a septiembre del 2022. Sin embargo, las autoridades mexicanas desconocen cuántos de éstos permanecen en el país con esta práctica técnicamente prohibida e irregular.

Así lo reconoció en 2019 el propio Secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, quien en entrevista para The Washington Post aceptó que una gran parte de los norteamericanos residiendo en México podrían estar en calidad de indocumentados. Aun así, dijo, el gobierno ha demostrado poco interés en resolverlo, mayormente por el bajo riesgo que se percibe con la estancia en el país aún sin contar con el permiso debido.

Lo que comenzó como un escape durante la pandemia para los estadounidenses, que buscaban destinos asequibles con pocas restricciones covid-19, parece tener poder de permanencia. La mayor presencia de estadounidenses, muchos de ellos trabajadores remotos, tiene implicaciones en todo, desde la industria del turismo hasta los precios inmobiliarios. La transformación digital aceleró el home office, el cual se puede desempeñar desde la ciudad de residencia o en el extranjero.

La población de canadienses también ha crecido en México. Hasta septiembre de este año, 2 mil 042 canadienses obtuvieron permisos de residencia temporal en todo el país, lo que representa un aumento del 137% con respecto al mismo período de 2019.

El turismo mexicano ofrece a los visitantes americanos la experiencia de un viaje inolvidable, alegre y colorido, para que regresen luego. Sin embargo, ese gancho ha logrado que muchos, en lugar de volver, prefieran no irse. En un artículo previamente publicado, ya se mencionó del valor que debemos sumar en la prestación de servicios. No debemos dejar a las bondades del destino que sea el valor preferido para los turistas. La amabilidad en la prestación de servicios es un distintivo junto con la alta calidad.

Cada uno tiene su historia, pero en común comparten cierto desapego a lo que usualmente ellos mismos llaman la “rigidez” o “frialdad” de sus costumbres de origen. Ellos llegan y se mantienen atraídos por la cultura, estética, las maleables concepciones de tiempo de los mexicanos y hasta el recibir los “buenos días” de cualquier desconocido cada mañana.

Vivir en México es para ellos un viaje de redescubrimiento propio, en el cual la certeza anglosajona quedó en el pasado. Cruzar al sur de la frontera prioriza la riqueza de estímulos y experiencias.

El arte, las tradiciones, la comida, los paisajes, el “calor humano” son conceptos que se repiten en las conversaciones con ciudadanos americanos, que señalan estos aspectos con clara reverencia y admiración por la cultura local. Para cualquier caso, la frontera norte y la estabilidad que brinda el acceso a ingresos desde su país natal es el cimiento de la tranquilidad material que los hace enfocarse en otros aspectos menos racionales.

Para todos ellos, México es un sitio que provoca sonrisas y cierta alegría al hablar. Además, se plantean a la nación como un lugar para una vida donde no “solo sea trabajar”, porque para ellos: “the time is vida”. Cobra especial relevancia el alto costo de vida en los lugares de origen de los extranjeros, lo cual, hace atractivo ante servicios de calidad a menores precios en la Bahía. Aprovechemos la ventaja competitiva y aumentemos el valor de los servicios mediante la ampliación de los mismos. El destino está en nuestras manos.

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