EU bombardea objetivos del grupo Estado Islámico en Afganistán
Estados Unidos bombardeó objetivos del grupo Estado Islámico en Afganistán en represalia por el atentado en el aeropuerto de Kabul.
El ataque aéreo se produce en represalia por un devastador atentado suicida reivindicado por el grupo que mató a 169 afganos y 13 militares estadounidenses en el aeropuerto de Kabul el jueves.
El Comando Central estadounidense dijo que Estados Unidos llevó a cabo un ataque con drones contra un miembro del Estado Islámico en Nangahar que se cree que está involucrado en la planificación de ataques contra Estados Unidos en Kabul. El ataque mató a un individuo, y el portavoz, el capitán de la Marina William Urban, dijo que no se sabía de víctimas civiles.
No estaba claro si ese individuo estuvo involucrado específicamente en la explosión suicida del jueves frente a las puertas del aeropuerto de Kabul, donde multitudes de afganos estaban tratando desesperadamente de entrar como parte de la evacuación emprendida después de la rápida toma del poder por parte del Talibán.
El presidente Joe Biden prometió el jueves que los autores del atentado no podrían esconderse. “Los perseguiremos y les haremos pagar”, aseveró.
En un discurso a la nación tras los dos atentados que dejaron un saldo de al menos 60 fallecidos y más de 140 heridos, Biden aseguró que lo ocurrido no evitará que Estados Unidos “complete su misión”.
Aseguró que los comandantes coinciden en que Estados Unidos “debe completar la misión” en Afganistán y que Estados Unidos “no será disuadido por terroristas”.
En tanto, los líderes del Pentágono dijeron a periodistas el viernes que estaban preparados para cualquier acción de represalia que el presidente ordenara.
“Tenemos opciones en este momento”, dijo el mayor general Hank Taylor, del Estado Mayor Conjunto del Pentágono.
¿Qué pasó en Kabul?
Este jueves por la mañana, durante la evacuación que lleva a cabo el gobierno de Estados Unidos en Afganistán, un hombre se hizo estallar en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, hecho que provocó la muertes de al menos 13 soldados estadounidenses y 169 civiles.
En primera instancia se desconocía oficialmente quién o quiénes estaban detrás del ataque, no obstante, las autoridades de inteligencia de Estados Unidos advirtieron días antes que habían detectado amenazas de un ataque por parte del Estado Islámico mientras sus tropas se encontraban encabezando la evacuación.
Más tarde durante el día, en un comunicado en sus canales de difusión, fue el propio Estado Islámico de Khorasán el que se atribuyó el atentado y reveló más detalles del mismo.
Señaló que éste había sido un atentado suicida, llevado a cabo por un hombre de nombre Abdelrahman al Loghri, el cual pudo pasar desapercibido por los miembros del ejército norteamericano.
“Él pudo llegar a una gran concentración de traductores y colaboradores del Ejército estadounidense en el campo de Baran, cerca del aeropuerto de Kabul, e hizo estallar un cinturón explosivo matando a unas 60 personas e hiriendo a 100, entre ellos miembros de los talibanes”, según explicaron.
Tensiones en Afganistán
Las escalada del Talibán en Afganistán comenzó cuando el gobierno de Joe Biden anunció la retirada de sus tropas de territorio afgano, sin embargo, fue durante las primeras semanas de agosto cuando dicho grupo tomó una a una las ciudades del país asiático y se hizo con el gobierno.
En apenas 11 días, los talibanes lograron la toma de las principales urbes y provocaron la huída del presidente Ashraf Ghani tras el colapso de su gobierno.
Con su llegada al poder, los talibanes ofrecieron una amnistía a los opositores y, además, invitaron a las mujeres a unirse a su gobierno y les aseguraron que podrían continuar sus estudios y carreras profesionales. Esto ante la histórica represión que este sector de la población sufrió durante el último régimen talibán en la década de los 90.