Fallece la actriz mexicana Graciela Orozco a los 86 años
Después de una vida dedicada a las artes escénicas, la docencia y la investigación, el día de ayer falleció la actriz Graciela Orozco a la edad de 86 años, así lo dio a conocer la Asociación Nacional de Actores (ANDA) a través de un comunicado, sin revelar las causas de su deceso.
“La Asociación Nacional de Actores lamenta profundamente el fallecimiento de nuestra compañera Graciela Orozco, miembro de nuestro sindicato. Descanse en paz”, es el mensaje que la ANDA subió a su cuenta de Twitter.
También su manager Stephanie Ripstein expresó su sentir y mandó sus condolencias a la familia de la actriz, quien durante 50 años de carrera artística realizó más de 30 obras de teatro, después de egresar de la carrera de actuación del INBA.
“Mujer de inigualable talento, extraordinaria maestra, pero por sobre todas las cosas, una mujer luchadora, siempre con una sonrisa, un consejo o una palabra de aliento. Graciela Orozco. ¡Quién no sólo dejo huella en múltiples ocasiones, en varios medios, sino lo más importante; en los corazones de quienes le conocieron! Reciba su familia nuestras mayores condolencias. Ahora el cielo disfrutará de ella…”
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Graciela formó parte de varias televisoras, durante 25 años en Televisa fue actriz, jefe de reparto, directora de diálogos y directora de escena.
También trabajó en canal 13, ARGOS, Telemundo y HBO. La radio fue otra de sus pasiones, ahí puso al servicio de los radioescuchas su talento como actriz y locutora, en estaciones como Radio Educación, RTC, Radio UNAM, XEW, Radio Cadena Nacional, XEQ y radionovelas.
En cine participó en proyectos como “Don de Dios”, “Club Eutanasia”, “La Cebra” y “Besos de azúcar”, por mencionar algunas. Trabajó con Miguel Sabido en el rescate Teatro Náhuatl del siglo XVI, forma y dirige la compañía de Teatro Náhuatl para Teatro de México; en esta misma línea desde el 2012 se enfocó a la investigación y rescate del Teatro Evangelizador en Lengua Náhuatl del siglo XVI al XVII, en su natal Tlaxcala.
De 1969 a 1985 se dedicó a impartir clases de teatro, en un innovador programa de readaptación social en penitenciarías del Estado de México y la ahora Ciudad de México, que llevaba por nombre Cárcel Abierta.