Familia indignada por la entrega del cuerpo de un adulto desaparecido en un ataúd para niño

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Ataud de un adulto.

A través de las redes sociales, el colectivo “Búsqueda x La Paz” ha denunciado la falta de sensibilidad y empatía de las autoridades de la Unidad de Atención a Víctimas del Delito de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por gestionar la entrega del cuerpo de un adulto dentro de un ataúd para niños.

El difunto, identificado como Arturo “N” de 54 años, fue reportado como desaparecido por sus seres queridos en 2021. Dos años después, sus restos fueron localizados en un predio de Ciudad Constitución, en el municipio de Comondú, durante una jornada de búsqueda a cargo de representantes del colectivo.

Los familiares del fallecido se mostraron indignados por la forma en que la Dirección de Atención a Víctimas llevó los servicios fúnebres, ordenando la colocación del cuerpo en un ataúd especial para un infante, el cual pretendían que fuera con el que sería velado en una funeraria.

En torno al tema, la representante del colectivo “Búsqueda x La Paz”, Iris Manríquez, dijo que los elementos de la unidad de víctimas nunca se disculparon con los familiares ni mucho menos quisieron reconocer el error cometido en el proceso de entrega de los restos.

“Tardaron mucho para darnos respuesta, pero al fin la familiar me habló a mí que ya tenía los gastos funerarios por parte de atención a víctimas. La señora llegó ayer de la Ciudad de México y a la hora de la entrega, ¿cuál fue la sorpresa de la señora? Que le entregaron el cuerpo de su hermano en un ataúd para niños”.

La falta de respeto por parte del equipo de la PGJE provocó que los familiares del fallecido interpusieran una queja con el colectivo que les ayudó en el proceso de preparación del cuerpo para que recibiera una sepultura digna.

“Fue un impacto muy fuerte para ellos porque no era lo que esperaban. Y aparte, yo hablando con el director de atención a víctimas, me dijo que había hecho todas las gestiones, que su personal había hecho las gestiones correspondientes. Entonces, nosotros nos pusimos en comunicación con la funeraria encargada, y el director de la funeraria me dice que, si hicieron la gestión, pero nunca en el escrito que mandaron de atención a víctimas dijeron el tipo de gestión que ellos querían. Sólo dijeron que el apoyo de gastos funerarios, mas no les pusieron el tipo de caja o la persona, y a ellos les faltó un poco de empatía por parte de la funeraria”.

Iris agregó que en un inicio, el cuerpo del fallecido había sido colocado en una caja mucho más pequeña, pero que finalmente se consiguió que el cadáver del varón estuviera en un ataúd de su tamaño para que pudiera recibir el último adiós antes de ser sepultado en el panteón.

“Al ver los restos, les pareció fácil ponerlos en una caja más pequeña, como la de un bebé. Los familiares pidieron que la cambiaran por una más grande, por lo que finalmente la cambiaron por una caja para un niño de 7 o 10 años. Yo devolví la llamada y él me dijo que la secretaria que está ahí de apoyo había hecho la gestión. Entonces le dije al encargado que la responsabilidad también recae en él por ser el encargado del área de atención a víctimas y no supervisar el trabajo de las personas que tiene a su cargo y lo que la funeraria tenía que haber entregado también”.

Finalmente, los encargados de la funeraria cambiaron la caja a medida a petición de la familia y del equipo del colectivo. El director de la atención a víctimas se encargó de los gastos del velatorio antes de que el féretro del hombre quedara instalado en un espacio del mausoleo público, tras el insólito suceso que puso en tela de juicio el proceder de las instancias penales en un tema tan delicado como el de los desaparecidos en Baja California Sur.

Imberth Rondero