Piden que el Faro Viejo de CSL sea museo
Luego de manifestar su apoyo para que el Faro Viejo, de Cabo San Lucas, se convierta en un museo de navegación marítima, la diputada Gabriela Montoya Terrazas, presidenta de la mesa directiva del Congreso del Estado, rechazó cualquier intento con miras a la privatización no solo del suelo ejidal y a la restricción del acceso a playas, también a la enajenación de un monumento histórico de la comunidad.
A través de un pronunciamiento presentado este jueves en tribuna, la legisladora de la bancada del Partido del Trabajo, enfatizó que el Faro Viejo, es fuente de identidad de las actuales y futuras generaciones y es un símbolo de identidad para una población que en sus inicios se mantenía de la pesca y ha sido un gran testigo de la actual conformación de Cabo San Lucas.
Advirtió que la sociedad civil de Cabo San Lucas, sigue pugnando para rescatar al Faro Viejo de Cabo Falso, pues desde el año de 2004, el polígono ejidal de Cabo San Lucas en el que se encuentra, fue dado en usufructo a un desarrollador inmobiliario, quien al día de hoy mantiene un control territorial sobre el acceso hacia el mismo.
Ante la presencia en la sesión ordinaria de miembros de la Asociación Yenekamú: María Faustina Wilkes Ritchie; Carmen Ansurez Márquez; Omar Chong Martínez y Antonio Ruiz Castro, la diputada destacó que esta asociación, lucha por el fortalecimiento de la identidad cultural en el municipio de Los Cabos y viene planteando desde el año de 2013, el imperioso rescate del Faro Viejo, como monumento histórico.
“Como toda buena ley debe ser justa y perfectible, por ello buscaremos la forma de confeccionarla, y lograr que el faro viejo de cabo falso, sea oficialmente considerado, como monumento histórico por la autoridad federal, y goce con ello de la protección que se le da al patrimonio cultural en nuestro país”.
Durante su intervención la representante popular destacó que el faro viejo de Cabo Falso, se construyó en la última etapa del porfirismo en 1905, para contribuir al cuidado del litoral y bienestar del comercio marítimo de aquella época, siendo esta la actividad económicamente preponderante de Cabo San Lucas, dando origen a un icono cultural sudcaliforniano que a su vez fue la semilla de un patrimonio cultural intangible de la comunidad de Cabo San Lucas, al margen de que esté excluido oficialmente como un acervo cultural.