Modelismo de figuras miniaturas como una forma de vivir

Carlos Carvajal ha logrado lo que muchos desean, hacer de su hobby un trabajo. Lleva cuatro años dedicándose al modelismo de figuras miniaturas para juegos de mesa o coleccionables, con el tiempo se ha convertido en un artista sin que él lo sepa.

Hoy en día dedica de seis a ocho horas diarias a su labor, todo comienza por el armado de las figuras, ensamblar las piezas y para pedidos especiales se pone a modelar objetos miniatura con materiales especiales, después comienza el proceso de pintura.

“Nunca siento que sea mucho trabajo porque es algo que disfruto mucho, bastante la verdad, nunca me he sentido ni frustrado pintando porque no me salga algún efecto que quiera hacer”, manifestó.

A pesar de no haber estudiado arte y ser autodidacta, busca mejorar sus técnicas leyendo revistas y libros, viendo documentales y videos en internet.

Una figura puede medir desde tres hasta veinte centímetros, y los detalles son impresionantes. Con los años, Carlos aprendió a observar con cuidado y trabajar con precisión los rasgos faciales de cada figura, así como tonalidades, y la forma en que incide la luz en la ropa y los objetos.

En cuanto al nivel de su trabajo considera lo siguiente:

“Esta en un nivel bueno donde puedo tal vez dar como servicio lo que yo hago y a lo mejor más, incluso para concursos de lo que es modelismo y todo eso pero a cierta escala, porque yo diría que incluso soy principiante en comparación a otras personas que manejan giros más altos y yo todavía no llego”.

A pesar de que no es una actividad muy conocida o visibilizada en el país, sí tiene su demanda y el costo del servicio suele ser alto debido al tiempo y precisión del trabajo, en el caso de Carlos, él suele ganar entre 500 y 700 pesos diarios.

Ahora es común encontrarlo con un pincel en la mano, pintando en su mesa de trabajo, cuando hace poco más de cuatro años ni siquiera sabía de la existencia de esta práctica, que hoy es su día a día.