Golpe al bolsillo es el que vivirán los mexicanos a partir de esta semana, ya que los conductores que usan gasolina Magna en México enfrentarán un aumento en sus gastos, luego de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció la eliminación del estímulo fiscal para este combustible. Los automovilistas deberán absorber el total del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), incrementando el precio final por litro.

La medida, publicada en el Diario Oficial de la Federación, establece que del 7 al 13 de septiembre, el gobierno no aplicará ninguna reducción en el IEPS, lo que afectará directamente el costo de la gasolina Magna, utilizada principalmente por vehículos con motores de menor potencia. El precio del combustible, que hasta la semana pasada contaba con un estímulo del 3.31%, ahora será completamente asumido por los consumidores.

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El IEPS, que se aplicará en su totalidad, equivale a 6.17 pesos por litro en el caso de la gasolina Magna, un gravamen que anteriormente el gobierno subsidiaba parcialmente para evitar fluctuaciones bruscas en el costo de los combustibles. Esta eliminación del estímulo fiscal se suma a la política vigente para la gasolina Premium y el diésel, los cuales no reciben subsidios desde hace varias semanas.

Precios actuales de combustibles en México

Según datos de Petro Intelligence, el precio promedio de la gasolina Magna en el país es de 24.11 pesos por litro al 6 de septiembre de 2024, mientras que la gasolina Premium alcanza los 25.59 pesos por litro y el diésel llega a 25.64 pesos por litro. Estos precios reflejan el impacto directo del pago completo del IEPS, un impuesto que grava la producción y venta de combustibles, bebidas alcohólicas, tabaco y otros productos considerados perjudiciales para la salud o el medio ambiente.

Impacto en los consumidores

El aumento en el precio de la gasolina Magna afectará principalmente a los consumidores de menores ingresos, quienes suelen utilizar este tipo de combustible en vehículos más económicos. Ante la falta de estímulos fiscales, se espera que los costos de transporte y productos de consumo que dependen de combustibles también se vean impactados, lo que podría generar presiones adicionales en la inflación.

La eliminación del estímulo fiscal, aunque temporal, refleja la estrategia del gobierno de ajustar su política tributaria en función de las condiciones del mercado internacional y la necesidad de ingresos fiscales.