La inédita Consulta Popular de AMLO

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Consulta popular

Este domingo en México se vivió una consulta inédita. 

Según el punto de vista del presidente Andrés Manuel López Obrador, esta consulta es una muestra de la democracia participativa que él desea implementar: “vamos a preguntarle a los mexicanos” es una de las frases que más ha usado.

El INE explica que una Consulta popular es “un mecanismo directo de participación en el que la ciudadanía aprueba o rechaza una o varias propuestas planteadas con anterioridad sobre temas de interés público”.

En este caso, la consulta popular pretende que la ciudadanía muestre su aprobación o rechazo a que sean llevadas a cabo ciertas acciones para el esclarecimiento de decisiones políticas tomadas en el pasado.

La pregunta a consultar con la ciudadanía es:

“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”

Por supuesto, esta consulta ha recibido fuertes críticas.

Posturas en contra: la justicia no se consulta

Lo principal: la pregunta es ambigua. Además, para que resulte vinculante se necesita la participación del 40 % del electorado.

El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Pedro Salazar Ugarte, dijo:

“No es necesaria una consulta para que se investigue a quien se tenga que investigar. Eso es un deber del Estado y de la Fiscalía General de la República que no está condicionado. Como dicen, la justicia no se consulta”.

Por su parte, el analista político José Antonio Crespo coincidió al afirmar que no se puede consultar la aplicación de la ley en un Estado de Derecho: 

“Además, van a preguntar algo que ya sabemos. Sí señores, un 95 % queremos que se investigue y eventualmente se castigue a responsables de delitos. No hace falta que pregunten. Y si quieren saber, mejor que hagan una encuesta, que sería menos caro”.

Posturas a favor: el sentido de la consulta se ha malinterpretado

Violeta Vázquez-Rojas, profesora e investigadora del Colegio de México aseguró:

“La pregunta no es si se aplica la ley o no, es si se investiga o se perdona. Es saber si la ciudadanía pone punto final a estos agravios del pasado y deja que las investigaciones sigan su curso, si es que las hay, pero sin que haya esa demanda popular”.

Así que si llegara a ganar el “no”, no significa que no se pedirá una investigación a la Fiscalía, sino que solo no existiría una petición expresa de la ciudadanía:

“Lo que puede salir de la consulta es un mandato ciudadano para iniciar procedimientos judiciales o de otro tipo de justicia legal alternativa, para darle al presidente la legitimidad para que se emprendan las investigaciones necesarias”.

Sin embargo, este mismo argumento que busca justificar la consulta es usado por Pedro Salazar para descalificar la consulta pues la califica como un “show político y despilfarro de dinero”; mientras que José Antonio Crespo precisa que:

“Esto es un instrumento de propaganda del presidente para golpear a los gobiernos del pasado que hoy son oposición. Le veo un uso exclusivamente político”.

La pregunta calificada como ambigua

El medio británico The Economist dijo que la pregunta “pudo haber sido ideada por Cantinflas”, así como lo explicó José Antonio Crespo:

“Es una pregunta insulsa, sin definición y no clara. ¿A quiénes se investigaría? Si es que en esa pregunta entra todo. ¿Y quién decidirá a quiénes? ¿Será el gobierno? Porque lo haría con un criterio sesgado y eso lo impide la ley de las consultas”.

Lo cierto es que con la consulta no se busca eliminar ningún fuero, así como lo explica Salazar:

“No hay ninguna protección jurídica especial para ellos, son ciudadanos como todos nosotros y pueden ser investigados”.

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