Israel atacó a Siria “en respuesta a” nuevos lanzamientos de misiles
Israel atacó a Siria, anunció este domingo, en represalia por el lanzamiento de cohetes contra los altos del Golán anexionados, luego de varios días de ataques similares desde los vecinos Líbano y la Franja de Gaza.
Los ataques con cohetes, no reivindicados de inmediato, son el último episodio de la actual espiral de violencia en Oriente Medio. Dos atentados antiisraelíes mataron a tres personas el viernes.
“La artillería está atacando en estos momentos la zona de Siria desde la que se dispararon cohetes contra territorio israelí”, dijo el ejército en un breve comunicado, que agregó que también había utilizado un dron.
La operación se lanzó “en respuesta” a los disparos, apuntó.
Según el ejército, al menos un cohete fue interceptado por el sistema antiaéreo israelí y dos cayeron en terrenos baldíos del Golán, un territorio anexionado por Israel en 1967.
Se trata de una región estratégica, patrullada por sus soldados y también fronteriza con Líbano.
La agencia de noticias estatal siria SANA informó que Israel atacó a Siria hacia las 5H00 locales (02H00 GMT).
Citando una fuente militar no identificada, SANA dijo que los militares sirios habían “interceptado los cohetes (…) y derribado algunos de ellos“.
Estos ataques se produjeron después del lanzamiento el jueves de una treintena de cohetes desde Líbano, atribuido a organizaciones palestinas y que representó la mayor escalada en la frontera israelí-libanesa desde 2006.
El ejército israelí dijo que los cohetes no reclamados eran “palestinos” y muy probablemente del movimiento islamista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza.
Israel respondió a esos misiles con bombardeos en el enclave palestino de Gaza y en el sur de Líbano.
Esta escalada de violencia tiene lugar en una semana en que generó una gran conmoción en el mundo árabe la incursión el miércoles de las fuerzas israelíes en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén y en que también hubo varios atentados en Israel.
Refuerzos
Un ataque con coche bomba provocó el viernes la muerte de un italiano en Tel Aviv, mientras que dos monjas israelí-británicas fueron asesinadas ese mismo día en el enclave palestino de Cisjordania.
Tras los ataques, que coincidieron con las celebraciones de la Pascua judía, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó “movilizar todas las unidades de reserva de la policía en las fronteras y movilizar fuerzas suplementarias (del ejército) para hacer frente a los atentados terroristas“.
La policía precisó que cuatro batallones de reserva de su cuerpo de fronteras se desplegarían a partir del domingo en el centro de las ciudades.
Estos batallones se sumarán a las unidades ya movilizadas en la ciudad mixta de Lod y en la región de Jerusalén.
En el enclave palestino ocupado de Cisjordania, el ejército israelí declaró este sábado haber sido objeto de disparos cerca de la aldea palestina de Yabad (norte).
Los soldados “dispararon hacia los atacantes” que se encontraban a bordo de un vehículo, y se identificó a una persona alcanzada por un tiro, según un comunicado de los militares.
El Ministerio de Salud palestino informó de la muerte de un joven palestino, de 20 años, quien recibió disparos por parte de soldados israelíes.
Violencia en Jerusalén
El movimiento islamista palestino Hamás afirmó que el atentado en Tel Aviv, en que también resultaron heridas siete personas, era una “respuesta natural y legítima” a la “agresión” israelí en la mezquita Al Aqsa.
La policía israelí irrumpió el miércoles en el lugar sagrado para desalojar violentamente a los fieles musulmanes, unas acciones que suscitaron numerosas condenas internacionales.
La brutal intervención del cuerpo armado, en plenas celebraciones del mes musulmán del Ramadán, terminó con 350 detenidos y 37 heridos, según la policía y la Media Luna Roja palestina.
Al Aqsa está situada en la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam, y se encuentra en Jerusalén Este, el sector palestino de la ciudad ocupado y anexado por Israel desde 1967.
La Unión Europea condenó el sábado la escalada de violencia y llamó a la contención.
“Instamos a todas las partes a que actúen con la máxima moderación, eviten nuevas escaladas y promuevan la calma con motivo de las fiestas religiosas”, declaró el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell, en un comunicado.
Netanyahu prometió hacer pagar un “alto precio” a los “enemigos” de Israel por “cada agresión” contra su país.
El conflicto entre israelíes y palestinos provocó desde enero la muerte de al menos 92 palestinos, 18 israelíes, una ucraniana y un italiano, según un balance de la AFP elaborado a partir de fuentes oficiales israelíes y palestinas.