Los Cabos y la música una segunda oportunidad para Don Alberto
Salimos a las calles y la fortuna nos presentó a quien dijo llamarse Alberto, músico urbano quien interpreta los géneros musicales bolero, balada, pop, rock, “tengo un repertorio muy amplio que gusta a la gente, pero la base es bolero y balada”, asegura el originario de Cuernavaca, Morelos, México.
“Mi fuerte es el bolero y la balada, pero toco de todo, de todo, lalala lalala Cuando vuelva a tu lado…”
A la península sudcaliforniana Alberto vino a trabajar como consecuencia de la quiebra de su negocio, la imprenta. Acá llegó para trabajar como ayudante de albañil, pero tuvo que dejarlo por una infección pulmonar, ello dio pie para que trabajara en el transporte público en San José del Cabo.
El originario del estado de Morelos comenta que con lo que gana por su trabajo no le alcanza para sobrevivir, pero afortunadamente encontró trabajo en un restaurante que ayuda a su economía.
Su herramienta de trabajo es una guitarra, sus manos y su voz, canciones que gustan a la gente y en consecuencia viene el pago, apoyo o aporte económico.
Qué hace para ganar dinero dignamente, preguntamos al maestro, quien toca guitarra desde niño. “Le pegamos a trabajar en los camiones de Los Cabos y en los restaurantes, obvio, en los que me lo permiten”, contesta entusiasmado a CPS Noticias.
“Afortunadamente nunca me han puesto trabas para trabajar”, agrega el cantante.
Dice que le gustaría ganar más dinero para comprar equipo y así poder cantar para más gente.
“Pero bueno, eso va a ser después. Por mi edad y por mi enfermedad con lo que tengo por ahorita está bien…Tengo una enfermedad que se llama fibrosis pulmonar, aparte de la diabetes, la diabetes la tengo desde hace como 24 años, me inyecto insulina todos los días. Me estoy inyectando unos sprays… Pero de cualquier forma pues no puedo trabajar porque no puedo caminar grandes distancias largas y menos si son subidas porque me ahogo; entonces el único chance que yo tenía era cantar y pues he estado cantando, así me la he pasado, me la he pasado cantando”.
Desde hace tres meses el maestro Alberto toca en un restaurante los días miércoles, jueves y domingos; aunque este mes estará cerrado.
“Trabajo que me da para sobrevivir pues esta tierra es carísima para vivir, pero también encuentra uno mucha chamba…Hay que decirlo, aquí está carísimo todo. Aquí una comida cuesta 120 pesos, cuando en mi estado con 60 pesos se compra una comida corrida”.
Sin embargo, el maestro no se queda de brazos cruzados y con la guitarra a cuestas emprende el día a día.
“Me gusta porque desde chavito yo soy músico, toco varios instrumentos, pero nunca había vivido de la música, más que ahora…La verdad es que la música, para mí es de lo que ahorita estoy viviendo, o sea me sirvió haber sido músico desde chavo para poder ahorita tocar”.
A decir del maestro músico, la gente lo ha tratado bien y él sabe que sus canciones gustan, casi siempre le ha ido bien, y agrega que los cabeños son gente noble y siempre ayudan al gremio de músicos urbanos.
“ Lalal lalal… Que ya no estás dijo el suspiro que de mi pecho se me escapó, que ya no estás, lalalal”.
Hace un rato canté en un camión de la ruta uno y una señora me agradeció la canción porque le recordé a su familia, se puso melancólica; “esas sensaciones me hacen sentir muy bien”.