Las mujeres nos merecemos un mundo mejor, más igualitario, con equidad, justicia y libre de violencia
San José del Cabo.- Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, la regidora Isabel Dolores Castro Aguirre, presidenta de la Comisión de Igualdad en la comuna cabeña, afirmó que no se trata de una guerra de géneros para quienes conciben la igualdad sustantiva, no como una retórica discursiva, sino como una expresión real de las mujeres en la diversidad de educación, la vida libre de violencia, tanto como la asignación de presupuestos públicos con perspectiva de género.
Ante los integrantes del Cabildo, la regidora dirigió unas palabras para las mujeres tanto en la política, como aquellas mujeres que lucharon por conquistar mejores espacios, así como para las mujeres madres de familia, las trabajadoras, las que han sido violentadas, a “aquellas que ya no están con nosotros”.Señaló que durante siglos “las mujeres hemos padecido el flagelo del maltrato físico y moral, obligadas a reír en silencio, ocultar nuestros cuerpos, sufrir públicamente como una manera de mostrar que el derecho a ser feliz debía saldarse con la penitencia”.
El talento natural de las mujeres fue proscrito, vejado e incinerado en las hogueras de la inquisición, sus nombres mancillados y sepultados bajo la triste sombra del anonimato, todo los regímenes totalitarios condenaron a las mujeres al silencio del sometimiento donde fuimos sistemáticamente relegadas al papel de ama de casa, proveedoras de cuidados íntimos, heroicas doncellas sin voz ni voto a quien sólo se le permitía murmurar, portando apretados corsés que reprimían el cuerpo.
El legado artístico e intelectual de las mujeres fue borrado de los libros de historia, solo para refrendar la frase infame que dice que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, y ni detrás ni al lado.
Mujeres como Juana de Arco, Leona Vicario, Simone de Beauvoir, Frida Kahlo, demostraron al mundo incluso mucho antes de la revolución sexual de los años 60, que las mujeres son capaces de innovar y otorgar luz a la especie humana en su diario existir, reflexionó.
Asimismo, criticó que por largo tiempo, el partido hegemónico que gobernó el país por más de 70 años hizo ver a la mujer como una soldado gris infundada en traje sastre, inexpresiva y cómplice de las peores atrocidades, el rostro mudo de un devenir político que traicionó a la Revolución Mexicana, convirtiendo el servicio público en un gigantesco lodazal poblado por seres inescrupulosos.
Trascendió la idea de que las mujeres que buscaban una trayectoria en el servicio público tendrían que ser peores que algunos hombres que convirtieron la política en una vulgar agencia de colocaciones al servicio de intereses mezquinos, los gobiernos envilecieron por la corrupción pretendiendo otorgar a la mujer el triste papel de con mirada de piedra, intentando que cayera ante una realidad que reclama urgentemente la dignificación del servicio público.
Más allá del legado histórico del feminismo y la aportación política de las llamadas cuotas de género, estoy convencida que la naturaleza biológica y sensorial de las mujeres ha sido y continuará siendo de inmejorable ayuda en el desarrollo de un buen gobierno.
“Para trascender en la política no es necesario compararnos como mujeres con ningún hombre, basta que las mujeres invoquemos nuestra natural afectividad, respaldada moralmente en el innegable papel que tenemos de la procreación, el desarrollo y progreso de la especie humana”.Insistió: “No se trata de una guerra de géneros para quienes concebimos a la igualdad sustantiva, no como una retórica discursiva, sino como una expresión real de las mujeres en la diversidad de educación, la vida libre de violencia, tanto como la asignación de presupuestos públicos con perspectiva de género”.
Aprovechó para felicitar a la alcaldesa Armida Castro, a sus compañeras regidoras, a todas aquellas mujeres que incursionan en la política por su invaluable trabajo; aún falta mucho por hacer, mucho por garantizar igualdad, equidad, justicia y un mundo libre de violencia.
“Sea un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”, concluyó