De niño a héroe: el legado del comandante Juan Carbajal en Bomberos de CSL
Este día se cumplen 150 años de la fundación del primer Cuerpo de Bomberos de la República Mexicana, en el puerto de Veracruz; es por eso que desde hace 67 años se celebra cada 22 de agosto como el Día Nacional del Bombero. Por ello, CPS Noticias y Tribuna de México felicita y reconoce la gran labor de todos aquellos hombres y mujeres que arriesgan su vida por salvar la de otros.
Considerado sudcaliforniano, pero nacido en Ciudad Hidalgo, Michoacán, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas, Juan Antonio Carbajal Figueroa, es un ejemplo a seguir para muchos hombres y mujeres que desean ser bomberos.
El comandante Carbajal Figueroa forma parte de todos esos niños que decían “de grande, quiero ser bombero”, no obstante, para él, un incidente fue el inicio de una gran historia; recuerda que allá por el año de 1977, cuando él tenía alrededor de siete años, la camioneta de su padre comenzó a incendiarse, hecho que marcó en su memoria aquel momento cuando observaba a su papá como trataba de apagar el fuego con tierra.
“Yo, en ese momento, me sentí frustrado, en shock por lo que estaba viviendo mi papá. En unos instantes, minutos, escuché la sirena del camión de bomberos y para mí fue mágico el momento. Fue un contraste de la desgracia que estaba viviendo mi papá, al ver cómo su camioneta se iba consumiendo por las llamas, y para mí como niño, en ese momento ver cómo el camión de bomberos rojo se acercaba velozmente hacia donde estábamos nosotros. Me quedé impactado cuando de ese camión rojo bajaron dos bomberos, que para mí en ese momento eran como astronautas por todo el equipo que traían puesto. Fue impresionante, un niño de siete años, ver a los bomberos trabajando, impacta”, expresó Juan Antonio Carbajal Figueroa, comandante del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas.
Después de ese lamentable suceso, el comandante Juan Carbajal y su padre tomaron un autobús de regreso a casa y fue ahí cuando desde lo más profundo de su corazón surgió ese anhelo al decir:
“Papá, ya sé lo que quiero ser de grande… voy a ser bombero. Para la próxima vez que se te queme la camioneta, yo podré hacer algo”.
Con el paso de los meses, aquel niño se acercaba a la estación de bomberos en la ciudad de La Paz pidiendo su alta para ser voluntario, pero no aceptaban a menores de edad. Así pasaron los años y la respuesta era no, no obstante, el sueño no se apagó.
La oportunidad llegó por ahí de 1989, cuando Carbajal Figueroa acabó sus estudios nivel preparatoria y se mudó a Cabo San Lucas. Su primer amigo en la región fue un bombero, Arturo Soto, quien lo invitó a formar parte del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas; en aquel momento, a cargo del comandante Gildardo Payan, quien lo aceptó como voluntario.
“La primera oportunidad que me llegó, fue asistir a un incendio en Miraflores. Allá por el año 1991, se quemaron como unas 30 casas y muchas parcelas; fue un incendio que duró un par de días porque se extendió, el ceniceo y el viento hacía casi imposible apagar ese incendio en el que participaron bomberos de diferentes lugares. Ese fue mi primer incendio, hasta calentura me dio ese día, pero yo estaba convencido de que quería ser bombero y pues aquí sigo, 35 años después”.
Así comenzó la historia del ahora comandante del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas hace 35 años, quien a lo largo de los años ha recabado grandes momentos y experiencias. Dentro de la vida de un bombero podrá haber momentos conmovedores y situaciones tristes, pero también existen aquellas grandes anécdotas que marcan el corazón de las personas.
Por ello, este medio informativo le preguntó al comandante Carbajal Figueroa respecto a cuál ha sido su mejor experiencia, a lo que nos platicó que, una vez, acudió a un taller porque al cuerpo de bomberos se les iba a donar una lancha para prácticas, no encontrando al dueño de taller, pero en ese momento salió uno de sus trabajadores quien le dijo “¿Puedo darle un abrazo?”.
“Y me abrazó como si fuéramos los grandes amigos(…) y me dice “tú no te acuerdas de mí, pero yo sí, tú me sacaste de un incendio hace años y te recuerdo bien; si no fuera por ti, yo estuviera muerto. Yo creo que eso es lo que le da valor al trabajo y para mí fue un momento mágico, los mensajes que la vida te manda. Lo que puede ser un trabajo común para ti, resulta que para otros es un milagro y yo creo que esa es la parte que toca al bombero y que lo hace ser bombero”.
Ese abrazo para mí fue un, gracias por todos los que hemos tenido la oportunidad de ayudar, expresó el comandante.
El trabajo bomberil, como cualquier otra labor, representa riesgos que pueden ir desde caídas, golpes, traumatismos, daños psicológicos y, lamentablemente, enfermedades que a lo largo del tiempo pueden devenir en complicaciones crónicas.
“Actualmente, muchos bomberos están teniendo problemas de cáncer, que muchas veces la gente no lo sabe. Hoy por hoy es obligatorio la utilización del equipo de respiración personal, y anteriormente no era obligatorio y tampoco había; y como resultado de esto, muchos de los bomberos de nuestra época hoy se están enfrentando a problemas de cáncer en la garganta, en los pulmones, en la piel, por toda esa cantidad de tóxicos que existen en una combustión y que el bombero va respirando a través de los años”.
Con los nuevos avances en educación, señaló, se busca bajar los niveles de riesgo de los bomberos, ya todo se hace por protocolo, como trabajar completamente equipados con el objetivo de brindar bienestar a los bomberos, así como nuevas tendencias para que los bomberos cuiden su alimentación, así como su salud mental.
Carbajal Figueroa enfatizó que uno de los requisitos para ser bombero, más allá del conocimiento teórico-práctico, es, sin duda, la vocación de servicio; eso que te lleva a prestar el servicio aun cuando no te paguen y dispuesto a dar la milla extra, marca la diferencia.
Al pasar del tiempo, el Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas ha formado grandes profesionistas, desde médicos, enfermeros, especialistas en Protección Civil y más, pues como él, todos llegaron ahí desde muy pequeños, ya que, por aquella experiencia que pasó con su padre, al momento de ser nombrado comandante del cuerpo de bomberos, Juan Antonio Carbajal Figueroa abrió las puertas a los niños, fue ahí cuando fundó el Grupo Delfines.
“Fue cuando fui a la radio y anuncié a los papás de aquella época el que me permitieran tener a sus hijos en la estación de bomberos para darles capacitaciones, se abría la escuela delfines, donde les íbamos a mostrar lo que era la prevención. El grupo sigue, tiene 25 años de que se fundó con bastante éxito, pero también me avoqué a sacar niños de la calle, había en aquel entonces algunos niños que grafiteaban, que cometían algunos latrocinios menores. Me acerqué al comandante de la policía en aquel momento, a petición de los padres iba y los sacaba de la cárcel (…) y me los llevé a la estación, la ofrecí como una celda alternativa para aquellos jóvenes que se portan mal estuvieran ahí conmigo. De ese puñado de jovencitos de pelo largo, de aretes y grafiteros se quedaron varios de ellos y ahora son mis oficiales”.
El Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas ha sido cuna de varios profesionales del rescate, quienes han sido instruidos por el comandante Juan Antonio Carbajal Figueroa. Hoy en este día reconocemos la labor de quienes anteponen su vida por salvar la de otros.