Leonardo, uno de los albergados de Mamá Benita
Leonardo Cota Bareño es uno de los inquilinos del albergue Mamá Benita, en La Paz. Él nació el 6 de noviembre de 1959 en Ensenada, Baja California. Su infancia estuvo marcada por la pérdida temprana de su madre, lo que lo llevó a ser criado por su abuela. A partir de ese momento, Leonardo empezó a forjar su camino en solitario. Tras un matrimonio fallido que duró cinco años y en el que no tuvo hijos, decidió mudarse a La Paz en los años 90.
Actualmente Leonardo vive en el albergue para mujeres, niños y adultos mayores víctimas de violencia Mamá Benita, donde ha encontrado una nueva familia y un propósito. Sin embargo, la vida no dejó de presentarle desafíos. En 2024, enfrentó una difícil situación, la amputación de una pierna debido a complicaciones médicas.
“Lo que pasa que el médico me diagnosticó que si no me cortaba la pierna no iba a durar, no iba a llegar al año. Tomé la decisión por cuenta propia porque como no tengo familia”, explicó Leonardo Cota.
A pesar de todo, su rutina diaria comienza temprano, a las 5:00 horas, con labores de limpieza del patio, y continúa con pequeñas tareas que realiza con entusiasmo. Aunque extraña a su único hermano, Ramón Cota Bareño, con quien perdió contacto hace años, mantiene la esperanza de volver a verlo.
“Me sentía muy inútil al estar nomás en la silla, como que no estoy todavía para estar con esa actitud para poderme sentir así […] Si Dios me lo concede, quiero volver a ver a mi hermano que se quedó allá en Ensenada, que me mire completo así como ando”, comentó Leonardo Cota.
A pesar de los golpes de la vida, Leonardo no pierde su espíritu optimista. Ha formado lazos de amistad en el centro, destacando su cercanía con Jaime Flores Mosqueira, a quien considera un gran compañero.
Leonardo envió un mensaje a quienes atraviesan dificultades similares. Aunque no se considera profundamente religioso, encuentra consuelo en la fe y en su capacidad para seguir luchando.