Manglares, ¿cuál es el valor de estos bosques marinos?

Los manglares son bosques marinos que ofrecen múltiples servicios ecosistémicos, desde la captura de carbono hasta la protección contra huracanes. Además, sirven de hábitat para una amplia variedad de fauna, incluyendo productos pesqueros.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), hasta 2020, en Baja California Sur existía una superficie de manglares de 25,511 hectáreas. En contraste, en 2015 la cifra era de 26,579 hectáreas, lo que implica una disminución en la extensión de los manglares en la media península.

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Para Octavio Aburto Oropeza, investigador del Instituto Scripps de Oceanografía, de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, dicha pérdida de densidad de manglar podría ser menor si la ciudadanía, los empresarios y las autoridades entendieran la importancia de los mismos. El profesor expuso que su valor incluso puede cuantificarse en dinero.

“Por ejemplo, para pesquerías se ha estimado que 37,500 dólares se producen anualmente en productos pesqueros (en pargos, en mojarras, en jaibas), y eso es por una hectárea. Entonces, si ustedes multiplican todas las hectáreas que tienen aquí en la Bahía de La Paz por ese número, cada año sería esa la derrama económica solamente en recursos pesqueros; pero, si ustedes ponen el secuestro de carbono, la protección que dan los manglares para la infraestructura que se construye en la línea de costa, ese valor puede ser 100,000 dólares por hectárea de manglar”, mencionó.

El experto hizo hincapié en que, si bien en las últimas décadas el deterioro de estos ecosistemas se ha ralentizado, los daños antropogénicos continúan presentándose. Esto desencadena una serie de afectaciones medioambientales y económicas, pues los servicios ecosistémicos de los manglares también se ven reducidos.

“Seguimos no entendiendo que muchas de nuestras actividades humanas destruyen estos manglares; por ejemplo, las carreteras, los hoteles, los desarrollos urbanos, la agricultura, la acuacultura. Son actividades que podemos hacer, pero tienen que estar muy bien planeadas”, manifestó.

Aburto Oropeza resaltó que aún hay oportunidad de resarcir el daño que se ha causado a los manglares y de restaurarlos. Sin embargo, puntualizó que para ello se requiere de políticas públicas y de la colaboración de todos.