Más sabor, más salud y menos sal
Autoridades del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) recomiendan que la manera ideal para disminuir el consumo de este producto es hacerlo de manera paulatina y con moderación.
El abuso de este condimento está relacionado con diferentes enfermedades tales como el cáncer de estómago, osteoporosis, obesidad, enfermedades renales y retención de líquidos.
Aunque la sal juega un papel importante en la alimentación para la conservación de los alimentos, también es cierto que su consumo en exceso contribuye a padecer presión arterial elevada, considerada como un factor de riesgo para sufrir ataques al corazón y accidentes cerebro vasculares .
Como recomendación médica, se invita a la población a acudir a consulta con su médico familiar y de esta manera realizar estudios de rutina, acercarse a los módulos PrevenIMSS de nutrición para que les brinden un plan alimenticio y conocer más opciones para su dieta diaria.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de sal debe ser de 5 gramos por día; sin embargo, se estima que una persona consume entre 10 y 15 gramos diarios, por ello es importante moderar su uso.
Para condimentar los alimentos, además de la sal, se pueden utilizar otros ingredientes tales como: el ajo, la cebolla, chile, limón, orégano, cilantro o perejil, todos estos libres de sal y con un beneficio mayor al organismo.
Como recomendación adicional, al momento de acudir a algún restaurante, se invita a no agregar sal a los alimentos, puesto que estos platillos ya se encuentran sazonados; de igual manera, se pide moderar el consumo de los productos que se conservan por medio de este producto tales como los embutidos, alimentos enlatados, aceitunas, mariscos, botanas, salsa de soya e inglesa, consomé de pollo, salsa de tomate y los aderezos.