La maternidad forzada afecta la salud mental; psicóloga

Quienes se ven obligadas a continuar un embarazo no deseado pueden llegar a presentar ansiedad y depresión
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Maternidad forzada genera problemas de salud emocional

La maternidad forzada se da cuando una mujer se ve obligada a continuar un embarazo no deseado, ya sea por presión social y familiar o por falta de acceso al aborto. De acuerdo con la psicóloga América Aceves, en estos casos las mujeres (o personas con capacidad de gestar) pueden sufrir afectaciones en su salud mental. 

La psicóloga clínica mencionó que, por lo general, suele hablarse de las consecuencias psicoemocionales del aborto, dejando de lado las repercusiones que trae consigo el tener un hijo sin quererlo. En este sentido, declaró que la interrupción legal del embarazo, en sí misma, no genera psicopatologías, mientras que la maternidad forzada sí puede afectar gravemente el estado psicoemocional de la mujer, en especial cuando se trata de jóvenes o adolescentes. 

“Por eso tenemos esta frase tan fuerte que dice ‘la maternidad será deseada o no será’ ya que por sí mismo conlleva a un proceso consciente. Entonces muchas mujeres con esta maternidad social y que nos ejercen con cierta presión pueden llegar a perder este sentido de la vida que desean o que desearían haber tenido, lo que las lleva a sentirse culpables, a autocriticarse y gestar una psicopatología, como hablamos, de depresión o bien ansiedad”, detalló.

América resaltó que, dentro del proceso de la interrupción legal del embarazo, lo que llega a provocar miedo o ansiedad en las mujeres son las críticas que recibe de su entorno y las que pueden presentarse dentro de las instituciones médicas. Son estos comentarios y prejuicios externos los que dañan su salud emocional. 

“Si una institución me priva el servicio o me entra muchísima culpa y me lo cuestiono o, por el contrario, con todo el impulso y con todo el enojo y el miedo del mundo de no poder hacer nada dentro de una institución, buscar y poner en peligro a las mujeres, poner en peligro a las personas gestantes para interrumpir su embarazo de otra manera, y esto creo que es lo que lo hace totalmente peligroso”, dijo. 

La psicóloga enfatizó que la decisión de abortar no se toma a la ligera, y que para llegar a ella las mujeres hacen una evaluación de sí mismas, de sus recursos económicos, de su situación familiar y de pareja, de sus metas, entre otros elementos de su contexto personal. Por ello, indicó que, cuando una mujer expresa a las personas cercanas a ellas que interrumpirá embarazo, la actitud que estas deberían tomar es de respaldo y acompañamiento, sin juzgarla ni cuestionar su decisión.

 

AT

Andrea Villarreal