Esta es la mejor época para viajar a Tanzania

Tanzania se ubica en África Oriental, frente al océano Índico, y comparte fronteras con países estratégicos del continente como Kenia y Uganda al norte, Ruanda y Burundi al noroeste, la República Democrática del Congo al oeste, y Zambia, Malaui y Mozambique al sur. Su capital política es Dodoma, aunque Dar es Salaam sigue siendo el principal centro económico y urbano del país, junto con otras ciudades relevantes como Arusha, Mwanza y Zanzíbar. El idioma oficial es el suajili, acompañado del inglés como lengua administrativa y turística. Tanzania es una república democrática presidencialista, y su sistema legal combina el derecho civil con elementos del derecho consuetudinario y, en ciertas regiones, del derecho islámico aplicado a asuntos familiares.
El principal punto de entrada aérea es el Aeropuerto Internacional Julius Nyerere, en Dar es Salaam, que concentra la mayor parte de los vuelos intercontinentales. Le siguen aeropuertos clave como Kilimanjaro International Airport, fundamental para el turismo de safari y montaña, el Aeropuerto Internacional Abeid Amani Karume en Zanzíbar, y el Aeropuerto de Mwanza a orillas del lago Victoria. El país cuenta con aerolínea de bandera, Air Tanzania, que opera rutas regionales e internacionales. El transporte interno se apoya en vuelos domésticos, autobuses de larga distancia y alquiler de vehículos, aunque las distancias son largas. Para conducir, se acepta la licencia internacional junto con la licencia del país de origen.
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La moneda oficial es el chelín tanzano, aunque en zonas turísticas el dólar estadounidense es ampliamente aceptado. Tanzania está integrada al sistema bancario internacional, permitiendo transferencias vía SWIFT, aunque fuera de las grandes ciudades el acceso bancario puede ser limitado. Las tarjetas de crédito y débito se utilizan principalmente en hoteles, lodges y restaurantes turísticos, mientras que el efectivo es esencial en mercados locales y áreas rurales. El país ofrece esquemas de reembolso de impuestos en aeropuertos internacionales, aunque su aplicación es más limitada que en otros destinos y depende del tipo de compra.
La geografía de Tanzania es una de las más espectaculares de África, con una orografía que incluye extensas sabanas, zonas volcánicas, selvas tropicales, regiones semiáridas y la cumbre más alta del continente, el monte Kilimanjaro. Las carreteras principales conectan ciudades clave, pero muchas rutas hacia parques nacionales son de terracería y pueden volverse complejas en temporada de lluvias. Entre sus grandes atractivos naturales destacan el Serengeti, el cráter del Ngorongoro, el lago Victoria, el lago Tanganica, las playas de Zanzíbar y múltiples parques nacionales reconocidos a nivel mundial.
La temporada alta turística suele coincidir con la estación seca, de junio a octubre, ideal para safaris y observación de fauna, mientras que la temporada baja se da durante las lluvias largas entre marzo y mayo. Las lluvias cortas de noviembre pueden afectar menos los itinerarios. Para muchos viajeros experimentados, la mejor época para viajar a Tanzania depende de si el objetivo es la migración de ñus, el ascenso al Kilimanjaro o el descanso en playas tropicales.
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Entre los cinco destinos más importantes del país destacan el Parque Nacional Serengeti, famoso por la gran migración; el Área de Conservación de Ngorongoro, patrimonio natural de la humanidad; Zanzíbar, con su legado histórico y playas de arena blanca; el monte Kilimanjaro, ícono del montañismo africano; y el Parque Nacional Tarangire, conocido por sus elefantes. Para quienes buscan safaris en condiciones óptimas, muchos coinciden en que la mejor época para viajar a Tanzania y explorar estos destinos es durante la estación seca.
En enero y febrero, Tanzania ofrece excelentes condiciones para safaris, con paisajes verdes y presencia de crías en el Serengeti, además de buen clima para disfrutar Zanzíbar. Este periodo suele considerarse la mejor época para viajar a Tanzania si se desea combinar fauna activa y playas sin grandes multitudes.
Durante marzo y abril, las lluvias largas transforman el paisaje en un verde intenso, ideal para fotógrafos y viajeros que buscan tarifas más bajas, aunque algunas rutas pueden complicarse. Aun así, para perfiles aventureros, puede ser la mejor época para viajar a Tanzania con una experiencia más íntima y menos turística.
Mayo y junio marcan la transición hacia la estación seca, con excelente visibilidad en parques nacionales y menos visitantes que en pleno verano boreal. Muchos expertos señalan estos meses como la mejor época para viajar a Tanzania para safaris equilibrados entre clima y afluencia.
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En julio y agosto, el país vive su pico turístico gracias a la gran migración en el Serengeti y al clima seco, lo que convierte este periodo en la mejor época para viajar a Tanzania para quienes buscan el espectáculo natural más famoso de África.
Septiembre y octubre mantienen condiciones secas y cálidas, ideales para observación de fauna y ascensos al Kilimanjaro, con menos saturación que en meses anteriores. Para muchos montañistas, esta sigue siendo la mejor época para viajar a Tanzania con fines de trekking.
Noviembre y diciembre traen lluvias cortas y un repunte del verdor, con buenas oportunidades para safaris y playas, especialmente en Navidad. Para quienes buscan combinar descanso y naturaleza, puede considerarse nuevamente la mejor época para viajar a Tanzania según el tipo de experiencia deseada.
Como recomendaciones generales, es fundamental considerar vacunas, seguros médicos y ropa adecuada para clima tropical y safaris, además de respetar normas de seguridad y conservación ambiental. Planificar traslados con operadores confiables y ajustar expectativas según la temporada garantiza una mejor experiencia. En síntesis, la mejor época para viajar a Tanzania será aquella que se alinee con los intereses del viajero y su tolerancia a la lluvia o al flujo turístico.
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