“Mira, mundo, cómo nos tratan”, acusa migrante
“Me están lastimando con mi hija. Mira, mundo, cómo nos tratan porque estamos buscando una vida mejor para nuestros hijos”, decía Didi, una mujer haitiana. quien cargaba a una niña de meses, mientras elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), protegidos por la Guardia Nacional (GN), la llevaban a empujones a una camioneta.
Agentes del INM y GN capturaron ayer a medio centenar de migrantes de la tercera caravana, en medio de agresiones físicas a los medios de comunicación, para impedir que documentaran las detenciones.
A las 11:00 de la mañana, cerca de medio millar de agentes migratorios y de la Guardia Nacional intentaron encapsular a unos 350 migrantes, que el miércoles salieron de Tapachula al centro del país, cansados de la burocracia en los trámites de solicitud de refugio.
Tras caminar por casi siete horas, en la entrada a San Felipe Tizapa, en el municipio de Escuintla, el contingente fue sorprendido por agentes federales. Los migrantes corrieron, pero muchos fueron perseguidos por potreros, huertos y en el monte. Agentes detenían a menores, que se resistían a ser separados de sus padres.
“¡Mira cómo nos agarran por huirnos! ¡Prensa, prensa, mira todo, registra todo porque no sabemos a dónde nos llevan!”, denunció la mujer.
“Nos están maltratando, no nos respetan. Estamos buscando una vida mejor, mataron a nuestro presidente, ustedes saben eso y nos tratan como una mierda”, gritaba Didi.“Estamos llamando a todas las organizaciones… No sabemos a dónde nos llevan, no sabemos”, insistía.
El discurso oficial
Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno pretende mantener a los migrantes en el sur-sureste del país para que no corran riesgos de violaciones a sus derechos humanos.
Durante su conferencia de prensa, el Mandatario indicó que en su pasada gira de trabajo en Tapachula, dio instrucciones para que se respetaran los derechos humanos, que no se golpeara o se lesionara a los migrantes, y que mucho menos se les fuera a agredir o que sus vidas corrieran peligro.
Señaló que el propósito es mantener, hasta donde sea posible, a los migrantes en el sur-sureste del país, porque permitir su introducción por completo en el territorio significa muchos riesgos de violación de derechos humanos, sobre todo en la frontera norte, y recordó el caso de la matanza de 72 migrantes ocurrida en el año 2010 en San Fernando, Tamaulipas.
“Todavía lamentamos que unos migrantes guatemaltecos fueron asesinados, quemados, en la frontera de Tamaulipas”, dijo en referencia a la muerte de 19 migrantes en enero pasado, caso en el que polícias estatales estuvieron involucrados.
Agregó que la próxima semana hablará con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, para reiterar su propuesta de cooperación para el desarrollo en Centroamérica y atender las causas del fenómeno migratorio.