Muere Fernando Valenzuela, el legendario ‘Toro’ del béisbol mexicano
El béisbol mexicano y mundial está de luto tras la muerte de Fernando Valenzuela, considerado el mejor pelotero mexicano de la historia. Internado en un hospital de Los Ángeles, Estados Unidos, Valenzuela perdió la batalla contra una enfermedad que su familia mantuvo en el anonimato, dejando un legado imborrable tanto en los diamantes como en los corazones de millones de aficionados.
Nacido el 1 de noviembre de 1960 en Navojoa, Sonora, y criado en el pequeño pueblo de Etchohuaquila, Valenzuela fue internado de emergencia en Los Ángeles, ciudad donde se convirtió en una leyenda del béisbol en los años 80. Fue allí donde la “Fernandomanía” alcanzó su apogeo, con una fiebre beisbolística que trascendió fronteras y unió a México y Estados Unidos en torno a su figura.
Paso histórico de Valenzuela por Los Dodgers de Los Ángeles
Los Dodgers de Los Ángeles, el equipo que lo catapultó a la fama, le rindieron un homenaje en marzo del año pasado al retirar su icónico número 34, un honor reservado para solo 11 jugadores en 141 años de historia de la franquicia. Valenzuela es recordado no solo por su extraordinaria habilidad en el montículo, sino también por el fervor que generó entre los aficionados, tanto en Los Ángeles como en México, siguiendo su paso por equipos como los Padres de San Diego, los Orioles de Baltimore, los Angels de Anaheim y los Phillies de Filadelfia.
The Los Angeles Dodgers mourn the passing of legendary pitcher Fernando Valenzuela. pic.twitter.com/MXeBlDzDWJ
— Los Angeles Dodgers (@Dodgers) October 23, 2024
Entre sus logros más destacados, Valenzuela ganó dos Series Mundiales con los Dodgers, en 1981 y 1988, además de ser seis veces elegido para el Juego de Estrellas de la MLB. En 1981, su impresionante debut le valió el premio al Novato del Año y el prestigioso Cy Young, otorgado al mejor lanzador de las Grandes Ligas, un reconocimiento que pocos han alcanzado.
A pesar de su partida, el legado de Fernando Valenzuela perdurará por generaciones. Desde su humilde comienzo en Sonora hasta su estatus de ícono en Los Ángeles, su historia quedará grabada en la memoria de quienes vivieron la magia de la “Fernandomanía” y de aquellos que continuarán celebrando sus hazañas en el mundo del béisbol.