“Nito” Salvatierra es un pugil a seguir
El talento boxístico de Baja California Sur no puede pasar desapercibido, cada uno de los nombres destacados deben darse a conocer, cada vez son más los deportistas que están logrando la transición de un sueño a una realidad, haciendo lo que más les gusta de forma profesional y entre la larga lista de púgiles sudcalifornianos el que ha dado de qué hablar, por sus resultados, es Jan Carlo Salvatierra Zamora.
Un púgil cabeño de 22 años quien ostenta un récord de 8-2-0 quien tuvo su debut profesional en el año 2019 cuando venció a Juan Blas Meza por decisión unánime teniendo como escenario el Auditorio del Estado, en Mexicali, a partir de ese momento, su carrera ha ido en ascenso.
¨Nito¨ forma parte de los pesos Mosca, se encuentra en la posición 55 de 158 del ranking nacional y tiene un futuro prometedor al foco de las carteleras de nuestro país e inclusive teniendo actividad en cotejos internacionales.
Su primera pelea fuera de tierras mexicanas fue en el 2020, cuando se midió contra Miguel Angel Rebullosa, pelea que se llevó a cabo en el Fantasy Springs Casino, en Indio, California y donde el nacido en Los Cabos obtuvo la victoria por la vía del cloroformo.
La actividad más reciente del atleta cabeño fue el 14 de mayo en el Toyota Arena, en Ontario, Canadá con una pelea a 8 rounds que tenía como importancia la vacante del título de la Asociación Norteamericana de Boxeo (NABA, por sus siglas en inglés) pero que desafortunadamente el resultado no fue el esperado, dado que su rival, John Steve Ramirez, le propinó una buena cantidad de golpes de los que Jan Salvatierra no pudo defenderse lo suficiente; tanto fue el castigo que “Nito” salió despedido del cuadrilátero y ante el conteo del referee no hubo forma de volver en condiciones, situación que acarreó la derrota para nuestro representante.
Luego de sumar su segundo descalabro en el cual no pudo desplegar sus habilidades con los guantes, el joven boxeador publicó, en redes sociales, un mensaje de motivación en el cual agradeció a su familia, a su entrenador y a la gente que lo apoyó en el proceso de preparación y ejecución, finalizando con la frase: ¨Y el que no arriesga, no gana. Más vale tener cicatriz por valiente que piel intacta por cobarde ̈.