Así luce la nueva tarifa de transporte público en La Paz
Este sábado, los usuarios de la capital del estado se despertaron con la noticia del aumento de tarifa en el transporte público de La Paz. El costo del pasaje subió de 10 a 12 pesos de manera repentina.
Esta modificación entró en vigor el 21 de septiembre después de ser publicada en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado de Baja California Sur. La mayoría de los autobuses y minibuses ahora cobran 12 pesos por pasaje, y se espera que esta tarifa aumente a 16 pesos una vez que se pongan en circulación las nuevas unidades de transporte.
El aumento en las tarifas se justifica con la promesa de mejorar las condiciones de los vehículos y, por ende, la calidad del servicio. Sin embargo, surge la pregunta de si realmente se notarán mejoras sustanciales. Incluso algunos residentes expresaron su escepticismo sobre la posibilidad de que los cambios se reflejen en la calidad del servicio.
“De por sí, aunque le suban, de todos modos siguen igual, no hay ningún cambio; los peseros pobrecitos, andan desarmándose solos, de modo que si le suben o no, pues no, no le veo el beneficio en lo que es en cuanto a las unidades, van a seguir igual”, expresó una ciudadana.
Por este motivo, el 23 de septiembre, el primer día en que se aplicó la nueva tarifa, decidimos tomar un minibús para evaluar las condiciones actuales de estos vehículos. Elegimos la ruta Centro – Panteón Altamirano. En primer lugar, la experiencia con el conductor no fue especialmente amigable durante su servicio.
Luego, al abordar el vehículo y buscar un asiento, notamos que los asientos eran pequeños, estaban desgarrados, vandalizados, rotos y rayados, algunos incluso se movían de manera insegura. Algunas ventanas no se podían abrir, además de que el pasillo estaba sucio y dañado, lo que representaba un riesgo para las personas mayores al intentar abordar el vehículo. Observamos que los escalones para subir eran un tanto altos y estaban dañados, lo que dificultaba el acceso para las personas mayores.
Y finalmente, el pesero parecía contar con fallas mecánicas, al escuchar algunos ruidos que podrían derivar de la necesidad de un mantenimiento profundo. En conclusión, los peseros parecen ser vehículos antiguos y casi obsoletos, hasta el momento, no han experimentado mejoras significativas. Esto plantea dudas sobre la justificación del aumento en el costo del servicio de transporte público.
GC