EE.UU. intensifica su ofensiva marítima: seis muertos en nuevos ataques a narcolanchas en el Pacífico

Estados Unidos hundió dos presuntas narcolanchas en el Pacífico Oriental, dejando un saldo de seis muertos, en lo que representa una nueva escalada de la polémica campaña militar ordenada por el presidente Donald Trump contra el narcotráfico latinoamericano. La operación fue confirmada por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien aseguró que las embarcaciones estaban vinculadas con organizaciones “designadas como terroristas” y transportaban drogas hacia Norteamérica.
Los ataques, realizados el domingo bajo autorización directa del presidente, se enmarcan en la llamada “guerra contra los cárteles”, una estrategia que desde septiembre ha dejado al menos 76 fallecidos y 20 embarcaciones destruidas en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico. “Bajo el mandato del presidente Trump, estamos protegiendo la patria y eliminando a estos terroristas del narcotráfico que pretenden dañar a nuestro país y a su gente”, declaró Hegseth en su cuenta de X (antes Twitter), donde también difundió un video de los impactos.
De acuerdo con el Pentágono, las embarcaciones fueron atacadas con misiles de precisión después de ser detectadas por inteligencia naval mientras navegaban en una “ruta conocida de contrabando”. Ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido. Sin embargo, las autoridades no han revelado las identidades de los fallecidos ni pruebas concretas que confirmen su relación con grupos criminales, lo que ha despertado cuestionamientos sobre la legitimidad de las operaciones.
La campaña marítima impulsada por Trump representa el despliegue naval más grande de Estados Unidos desde la Guerra del Golfo. Actualmente, Washington mantiene ocho buques de guerra, tres naves anfibias y un submarino en aguas del Caribe, además del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, que se dirige hacia la región para reforzar la presencia militar estadounidense. Según la administración Trump, la misión busca “neutralizar rutas del narcotráfico” y frenar la entrada de drogas hacia el territorio estadounidense.
Las críticas internacionales no se han hecho esperar. Los gobiernos de Colombia y Venezuela acusaron a Washington de violar la soberanía regional y de usar la lucha antidrogas como pretexto para ampliar su dominio militar en Latinoamérica. Organizaciones humanitarias y analistas han advertido que las acciones podrían constituir ejecuciones extrajudiciales, pues las víctimas no son capturadas ni juzgadas, sino atacadas en altamar sin mediación judicial ni prueba concluyente de culpabilidad.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró que existen “fuertes indicios” de violaciones al derecho internacional por parte de Estados Unidos. “He pedido al gobierno estadounidense que investigue en primer lugar, porque deben preguntarse: ¿se trata de ejecuciones extrajudiciales?”, dijo el funcionario a la agencia AFP. “Hay señales claras de que lo son”, advirtió, al tiempo que llamó a Washington a suspender la campaña mientras se esclarecen los hechos.
En el Congreso estadounidense, los senadores demócratas intentaron limitar las operaciones con una iniciativa que buscaba restringir el uso de la fuerza en aguas internacionales. No obstante, la propuesta fue bloqueada por una mayoría republicana (51 votos contra 49), consolidando así el respaldo legislativo a la estrategia militar del presidente. Trump, por su parte, notificó al Capitolio que el país se encuentra en “conflicto armado contra los cárteles de la droga latinoamericanos”, en una decisión que amplía los márgenes de acción de las fuerzas armadas fuera del territorio nacional.
El video divulgado por el Pentágono muestra una de las embarcaciones impactada por misiles antes de hundirse en cuestión de segundos. Fuentes militares aseguraron que “una pequeña cantidad de paquetes” fue recuperada antes de que la lancha desapareciera bajo el mar. Los cuerpos no fueron rescatados. Según reportes anteriores, dos sobrevivientes de ataques previos fueron repatriados a Ecuador y Colombia, únicos casos en que se confirmó la identidad de los tripulantes.
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