OpenAI desata furor con imágenes al estilo Ghibli y enfrenta reclamos por derechos

El lanzamiento de una nueva herramienta de ChatGPT para crear imágenes desató un furor viral en internet al permitir que cualquier usuario produjera ilustraciones al estilo de Studio Ghibli. En pocas horas, redes sociales y chats de WhatsApp y Messenger se inundaron con fotos y memes transformados en coloridas escenas de fantasía que imitaban la estética de las películas de Ghibli. La tendencia fascinó a millones de personas, que compartieron sus creaciones inspiradas en la animación japonesa.
La fiebre comenzó cuando OpenAI integró en ChatGPT la función de generar imágenes a partir de texto. Una demostración pública del director ejecutivo Sam Altman mostró cómo una fotografía podía convertirse en una ilustración al estilo Ghibli. Ese ejemplo disparó el entusiasmo de los usuarios: pronto, desde retratos familiares hasta escenas históricas y memes famosos cobraron nueva vida con los paisajes oníricos y colores suaves característicos de Ghibli.
Studio Ghibli, fundado en 1985 por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, alcanzó reconocimiento mundial con sus películas de animación tradicional. Clásicos como “El viaje de Chihiro” (ganador del Óscar), “Mi vecino Totoro” y “La princesa Mononoke” consagraron al estudio como sinónimo de calidad artística. Su estilo visual único —fondos pintados a mano y personajes entrañables— ha influido a generaciones y goza de un estatus de culto internacional.
Sin embargo, la avalancha de ilustraciones con estética Ghibli encendió alarmas en el estudio japonés por posibles violaciones de derechos de autor. Conocido por proteger celosamente su obra, Ghibli vio cómo su sello artístico era replicado sin permiso por una inteligencia artificial. Hayao Miyazaki ha sido un abierto crítico de la tecnología en la animación —la calificó como “un insulto a la vida misma”— y sus palabras cobraron relevancia ante esta tendencia. Expertos legales apuntaron que si los modelos de OpenAI usaron imágenes de películas de Ghibli sin autorización, podría existir infracción, aunque imitar un estilo en sí no viole claramente la ley.
OpenAI reaccionó pocos días después de la explosión viral, anunciando la suspensión temporal de la generación de imágenes con estética Ghibli para usuarios gratuitos de ChatGPT. Oficialmente, Altman explicó que la demanda de la función superó lo previsto, obligando a imponer límites para estabilizar el servicio. Sin embargo, muchos interpretaron la medida como un intento de prevenir un conflicto legal con el estudio japonés. En redes, algunos acusaron a OpenAI de aprovecharse del prestigio de Ghibli e incluso pidieron al estudio emprender acciones legales.
La función visual de ChatGPT permanece restringida mientras OpenAI revisa sus políticas, y los entusiastas se han quedado sin poder crear sus soñadas escenas al estilo Ghibli. Este episodio, mezcla de creatividad y dilemas legales, reavivó el debate sobre cuánto puede la inteligencia artificial imitar el arte protegido y anticipa nuevos desafíos en la relación entre tecnología y propiedad intelectual.
GCC