Pentágono activa la operación “Lanza del Sur”: ofensiva sin precedentes contra “narcoterroristas” en Latinoamérica

El Pentágono anunció este jueves el lanzamiento de la operación “Lanza del Sur”, una ofensiva militar de gran escala encabezada por el Mando Sur de Estados Unidos (Southcom) y dirigida contra lo que Washington denomina “narcoterroristas del hemisferio occidental”. El ángulo central es la ampliación significativa de acciones militares en Latinoamérica, justo después del despliegue de un nuevo portaaviones y en medio de ataques recientes que han elevado la tensión regional.
La operación fue revelada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien aseguró que la orden provino directamente del presidente Donald Trump. Desde su cuenta en X, Hegseth argumentó que la misión busca “eliminar a los narcoterroristas” y “proteger a la patria” de las drogas que, afirmó, “están matando a nuestra gente”. El funcionario sostuvo que Estados Unidos defenderá su “vecindario” en referencia al hemisferio occidental, retomando una narrativa de seguridad hemisférica tradicional en la política exterior estadounidense.
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El anuncio se produce apenas horas después de que trascendiera la muerte de cuatro personas en un ataque del Ejército estadounidense en el Caribe, ocurrido a principios de semana. Fuentes del Pentágono confirmaron los hechos a CBS y posteriormente a CNN, intensificando los cuestionamientos sobre la magnitud y la letalidad de la campaña militar que Washington mantiene desde mediados de septiembre.
Con estas nuevas muertes, suman ya 80 las víctimas mortales en al menos veinte ataques ejecutados por fuerzas estadounidenses contra presuntas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico. De acuerdo con cadenas estadounidenses, los ataques recientes incluyen bombardeos contra dos embarcaciones con tres tripulantes cada una, ninguno de los cuales sobrevivió. La cifra subraya el carácter sistemático de la operación y la postura cada vez más agresiva del Pentágono en la región.
La ofensiva también coincide con el arribo de un portaaviones adicional a Latinoamérica, un movimiento interpretado por analistas como un mensaje político y militar hacia organizaciones criminales transnacionales, pero también hacia gobiernos que han expresado desacuerdo con el incremento de presencia estadounidense. Aunque Washington sostiene que las acciones buscan frenar el tráfico de drogas, organizaciones civiles y especialistas en seguridad advierten del riesgo de escalar la violencia y comprometer la soberanía regional.
Hegseth, respaldado por la Casa Blanca, ha insistido en que las operaciones son parte de una estrategia que Trump ordenó acelerar. La Administración ha adoptado públicamente el nombre “Departamento de Guerra” para referirse al Pentágono, un gesto simbólico que refuerza la narrativa de combate frontal no solo contra cárteles, sino contra quienes considera amenazas a la seguridad nacional. Esta retórica ha despertado preocupación en países latinoamericanos que temen convertirse en escenarios directos de operaciones encubiertas o abiertas.
A pesar de la contundencia del anuncio, persisten preguntas sobre los criterios de selección de objetivos, la coordinación con gobiernos de la región y los mecanismos de supervisión internacional. El hermetismo del Pentágono sobre los detalles tácticos y la ausencia de reportes independientes alimentan dudas sobre el alcance real de “Lanza del Sur” y sus posibles implicaciones en la estabilidad hemisférica.
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