Gobierno proyecta ampliar el Tren Maya y hacerlo rentable: publican plan oficial 2025–2030

El Gobierno de México presentó este 13 de octubre el Programa Institucional Tren Maya, S.A. de C.V. 2025–2030, con el objetivo de convertir el proyecto ferroviario administrado por la Secretaría de la Defensa Nacional en un sistema rentable, autosostenible y con expansión hacia nuevas rutas de pasajeros y carga. El documento oficial establece una ruta estratégica para alcanzar equilibrio financiero, elevar la conectividad regional e integrar el Tren Maya con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec antes de 2050.
La ampliación del Tren Maya será uno de los ejes centrales del plan. El gobierno contempla extender la red hasta Puerto Progreso, en Yucatán, con más de tres mil kilómetros adicionales de vías y terminales de carga en puntos clave como Cancún, Progreso, Palenque y Poxilá, además de patios en Valladolid, Escárcega, Xpujil y Chetumal. La meta es que para 2030 se transporten 4.7 millones de toneladas de mercancías al año y se movilicen 4 millones de pasajeros, con un total de 42 trenes operativos.
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El programa oficial del Tren Maya busca además garantizar su rentabilidad mediante la diversificación de ingresos y la reducción de la dependencia del presupuesto público. Se aplicará una política de austeridad y eficiencia administrativa bajo control militar, con la promesa de alcanzar equilibrio financiero antes del cierre de la década. La estrategia, según el plan, se enfoca en optimizar el transporte de carga, pasajeros y servicios turísticos, con certificaciones en calidad, seguridad y medio ambiente.
El proyecto prevé consolidar una red intermodal que conecte con aeropuertos, puertos y otros sistemas ferroviarios del país, de modo que el Tren Maya no solo funcione como una ruta turística sino como una pieza logística nacional. Para el año 2050, el gobierno aspira a que el sureste mexicano se convierta en un hub continental, enlazando el Tren Maya con el Corredor Interoceánico del Istmo y, eventualmente, con rutas ferroviarias hacia Centroamérica.
En materia ambiental, el plan sostiene el compromiso de proteger 18 Áreas Naturales Protegidas y mantener más de 200 programas de reforestación y rescate de fauna, con énfasis en la creación de corredores biológicos. También promete la consolidación de un modelo de desarrollo sostenible, que respete los derechos humanos, fomente la equidad de género y reduzca la pobreza en comunidades indígenas y mayas a lo largo del trazo ferroviario.
Sin embargo, a tres años del arranque del Tren Maya, las metas distan de cumplirse. Los reportes de campo señalan que las comunidades originarias no fueron consultadas en su totalidad y que el uso local del tren sigue siendo limitado por su alto costo, la lentitud del servicio y la baja frecuencia de salidas. Turistas y habitantes han mostrado reservas ante la operación militar del sistema, ya que la presencia de personal armado y uniformado genera una experiencia poco compatible con el perfil turístico que se buscaba proyectar.
El Programa Institucional Tren Maya 2025–2030 intenta reencauzar el rumbo de una de las obras más emblemáticas del actual sexenio, con la promesa de eficiencia, sostenibilidad y rentabilidad. Pero su cumplimiento dependerá de que el gobierno logre equilibrar la operación militar con las expectativas civiles, económicas y ambientales de una región que, hasta ahora, sigue esperando que el tren que prometía desarrollo, finalmente llegue a su destino.
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